COMENTARIO 
						 
						
						
						sobre 
						un texto de Américo Castro 
						
						
						y sobre un texto de 
						
						
						El 
						Quijote. 
						
						
						Antonio Juan Collados Lara
						 
					
				
				
				
				COMENTARIO DE 
				TEXTOS 
				
				
				 
				
				 Texto 1:
			
				
				
				
				UNIVERSAL POÉTICO, PARTICULAR HISTÓRICO
				
				
				
				Américo Castro, Sobre El Quijote, 
				1925 
				
				
				El problema 
				de las relaciones que no preocupó al 
				primer Renacimiento, adquiere, pues, en la
				segunda 
				mitad del siglo particular 
				acuidad entre los tratadistas
				italianos. Los 
				moralistas censuraban la literatura puramente 
				imaginativa, de arte autónomo. Hacía falta una literatura 
				verdadera y al mismo 
				tiempo ejemplar, para la que 
				Aristóteles prestaba base 
				sólida con su Poética
				«No es el oficio 
				del 
				poeta contar las cosas como 
				sucedieron, sino como deberían 
				haber  sucedido, o como fuese necesario o verosímil. Porque 
				no está la diferencia entre el poeta y el historiador en 
				que el uno escriba en verso 
				y el otro en prosa, pues, la Historia
				 de Herodoto 
				fácilmente se podría poner en verso, y no 
				por eso dejaría de ser 
				historia como antes lo
				era sin el verso;
				pero diferéncianse en 
				que el uno escribe las
				cosas como han
				sucedido, y el otro 
				como deberían haber sucedido. De donde 
				es, que la poesía tiene más 
				de lo filósofo y de agudeza que la 
				historia, 
				porque
				la
				poesía trata las cosas 
				más en lo universal, y la historia las trata
				en particular».
				Ese mundo 
				de la verdad posible 
				o de lo verosímil, podía 
				convertirse 
				fácilmente en el 
				paradigma del deber ser, de lo
				ejemplarmente moral para armonizar la falsedad 
				inevitable
				de la fantasía
				poética 
				con la verdad, habían 
				tratado de ennoblecer
				el arte 
				considerando 
				escolásticamente su 
				fin y obligándolo a reflejarse
				en 
				la 
				abstracción 
				del 
				Bien 
				absoluto, 
				haciendo 
				de 
				los 
				personajes 
				poéticos otros tantos ejemplares
				de
				virtud, a despecho 
				de la realidad y de la historia. 
				
					
					
					Según 
					Piccolomini, un comentarista de Aristóteles del siglo XVI,
					
					lo 
					verosímil
					poético tiene más 
					alcance que la verdad, porque es un aspecto 
					eterno de 
					aquello que, 
					tomado (según diríamos
					hoy
					en
					su fugacidad 
					fenoménica, puede ser inverosímil y, por tanto, antipoético.
					«Pero el poeta-dice 
					Toffanin-, mucho más vidente que el historiador, ve 
					aquello en forma inmutable. Es decir, la
					verdad vista por éste se 
					escribe con minúscula; la vista por 
					aquél, con mayúscula, y 
					se llama «verosímil» 
					un verosímil 
					sobre el cual brilla 
					confirmándolo la luz divina, y que se llama 
					lo «debido».
 
				 
				 
				
				
				 
				
				
				
				
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				Texto 1
				
				
				 
				
				
				Es un texto argumentativo, del que se 
				extrae la idea o tesis siguiente: La poesía trata las cosas más 
				en lo universal y la historia en particular. Esto quiere decir 
				que la poesía se preocupa por cosas que pueden suceder o no, es 
				decir tiene un poco de filosofía porque además se hace preguntas 
				que a veces no tienen respuesta y la historia se preocupa de 
				estudiar lo que le sucedió hace tiempo a generaciones pasadas.
				
				
				Este texto tiene argumentos objetivos, que 
				no dependen de la persona que argumenta y argumentos de 
				autoridad al final, al expresar la opinión de Piccolomini (un 
				comentarista de Aristóteles).
				
				
				Tiene una estructura inductiva porque al 
				principio presenta casos particulares y a partir de estos va 
				avanzando poco a poco hasta la tesis, aunque después de la tesis 
				también nos ofrece argumentos. Al principio también se observa 
				un argumento de autoridad al nombrar a Aristóteles. También 
				tiene un poco de expositivo porque al principio nos da 
				información sobre lo que preocupó al primer renacimiento.
				
				
				Los textos argumentativos tienen la misión 
				de aportar razones para convencer al lector.
				
				
				 
				
				
				Pienso que tanto la historia, porque 
				conociendo nuestras raíces podremos conocernos a nosotros mismos 
				y podremos adelantarnos al futuro aunque parezca paradójico, 
				como la poesía por que nos aporta sensaciones que necesitamos y 
				nos permite expresar nuestros sentimientos, son importantes. 
				Pero yo me inclino más por la poesía  porque eso de expresar tus 
				sentimientos y el tono filosófico que tiene me atraen más.  
				
				
				 
				
				
				  
				
				
				
				
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				Texto 2:
				
				
				Texto de la Segunda parte de 
				El Quijote
				
				Que trata de lo que verá el que 
				lo leyere o lo oirá el que lo escuchare leer
				Al salir de Barcelona, volvió don Quijote a mirar el sitio donde 
				había caído y dijo:
				—¡Aquí fue Troya! ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó 
				mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus 
				vueltas y revueltas, aquí se escurecieron mis hazañas, aquí 
				finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!Oyendo lo cual Sancho, dijo:
				—Tan de valientes corazones es, señor mío, tener sufrimiento en 
				las desgracias como alegría en las prosperidades; y esto lo 
				juzgo por mí mismo, que si cuando era gobernador estaba alegre, 
				agora que soy escudero de a pie no estoy triste, porque he oído 
				decir que esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha 
				y antojadiza, y sobre todo ciega, y, así, no ve lo que hace, ni 
				sabe a quién derriba ni a quién ensalza.
				—Muy filósofo estás, Sancho —respondió don Quijote—, muy a lo 
				discreto hablas. No sé quién te lo enseña. Lo que te sé decir es 
				que no hay fortuna en el mundo, ni las cosas que en él suceden, 
				buenas o malas que sean, vienen acaso, sino por particular 
				providencia de los cielos, y de aquí viene lo que suele decirse: 
				que cada uno es artífice de su ventura. Yo lo he sido de la mía, 
				pero no con la prudencia necesaria, y, así, me han salido al 
				gallarín mis presunciones, pues debiera pensar que al poderoso 
				grandor del caballo del de la Blanca Luna no podía resistir la 
				flaqueza de Rocinante. Atrevíme, en fin; hice lo que pude, 
				derribáronme, y, aunque perdí la honra, no perdí ni puedo perder 
				la virtud de cumplir mi palabra. Cuando era caballero andante, 
				atrevido y valiente, con mis obras y con mis manos acreditaba 
				mis hechos; y agora, cuando soy escudero pedestre, acreditaré 
				mis palabras cumpliendo la que di de mi promesa. Camina, pues, 
				amigo Sancho, y vamos a tener en nuestra tierra el año del 
				noviciado, con cuyo encerramiento cobraremos virtud nueva para 
				volver al nunca de mí olvidado ejercicio de las armas.
				
				—Señor —respondió Sancho—, no es 
				cosa tan gustosa el caminar a pie, que me mueva e incite a hacer 
				grandes jornadas. Dejemos estas armas colgadas de algún árbol, 
				en lugar de un ahorcado, y ocupando yo las espaldas del rucio, 
				levantados los pies del suelo, haremos las jornadas como vuestra 
				merced las pidiere y midiere, que pensar que tengo de caminar a 
				pie y hacerlas grandes es pensar en lo escusado.
				 _________________________________________________________________
				 
				
				 
				
				
				Este texto pertenece a la segunda parte del 
				Quijote, ya por los últimos capítulos cuando Don Quijote es 
				vencido por el Caballero de la Blanca Luna que en realidad era 
				Sansón Carrasco(el bachiller) que quiso vencerle para hacerle 
				volver a su casa. Unos capítulos antes el Bachiller también 
				intenta vencerle bajo el nombre “el Caballero de los Espejos” 
				pero no lo consigue.     
				
				
				En este texto conversan Don Quijote y 
				Sancho sobre la derrota de Don Quijote, este se muestra triste y 
				nostálgico porque debe abandonar el ejercicio de caballero 
				andante y volver a casa y Sancho intenta animarle.
				
				
				Sansón Carrasco, que había animado a que 
				emprendiera la tercera salida a Don Quijote para burlarse de él 
				y tener algo en que pensar para no aburrirse, es el mismo que 
				vence a Don Quijote para que vuelva a su casa, esto parece un 
				poco contradictorio y quizá el Bachiller se enfrenta con él para 
				tomarse la revancha de cundo le venció Don Quijote anteriormente 
				cuando era el Caballero de los Espejos.
				
				
				 En este texto se muestra la inteligencia 
				de Sancho, al dar los consejos a Don Quijote, que aunque al 
				principio del libro tiende a pensarse que Sancho es tonto, pero 
				al final demuestra que es bastante listo, esto se ve reflejado 
				cuando ejerce de gobernador.
				
				
				Durante el transcurso de las aventuras se 
				produce un intercambio de personalidad entre Don Quijote y 
				Sancho. Sancho aporta realismo a Don Quijote y este aporta 
				idealismo a Sancho. Aunque Sancho no tiene toda su personalidad 
				realista porque si no, no saldría con Don Quijote en busca de 
				aventuras.
				
				
				 
				
				
				El libro del Quijote se publica en dos 
				partes:
				
				
				1ª parte: El ingenioso hidalgo Don Quijote 
				de la Mancha, en 1605, consta de 52 capítulos.
				
				
				2ª parte: El ingenioso caballero Don 
				Quijote de la Mancha, en 1615, consta de 74 capítulos.
				
				
				Este libro lo escribe Miguel de Cervantes 
				Saavedra que nació en Alcalá de Henares en 1547 y murió en 1616. 
				También se conoce como el Manco de Lepanto, porque perdió un 
				brazo en la guerra.  
				
				
				El libro como dice Cervantes en el prólogo, 
				es una crítica a los libros de caballerías, el libro tiene un 
				estilo peculiar porque tiene un tono de humor e ironía y a la 
				vez tiene muchas cosas interesantes de las que se puede sacar 
				algo. También se caracteriza por los refranes que utiliza Sancho 
				y a veces también Don Quijote.
				
				
				 En 1614 se publicó una edición apócrifa 
				del Quijote, “El Quijote de Avellaneda”, que se cree que lo 
				escribió algún amigo de Lope de Vega ya que este no se llevaba 
				bien con Cervantes. Esto obligó a Cervantes a publicar la 
				segunda parte de forma rápida y a 
				
				
				cambiar algunas cosas del libro.
				
				
				 
				
				
				Pienso que el “Quijote” es un libro muy 
				completo, porque a la vez que te diviertes al leer las aventuras 
				puedes extraer muchas enseñanzas morales. Nos presenta muchos 
				tipos de personajes pero de los dos que se extraen más 
				enseñanzas es de Don Quijote y Sancho. Cervantes supo plasmar 
				muy bien la sociedad de aquel tiempo en el libro  y además le 
				dio algo al libro que hace que todavía hoy  después de tanto 
				tiempo todavía guste a la gente. En definitiva el Quijote es la 
				obra más importante de la cultura española y “quizá del mundo”, 
				esto se ve reflejado en que no pasa de moda y en que a la gente 
				le interesa  porque siempre hay algo que sacar de él aunque lo 
				leas muchas veces.
				
				
				 
				
				
				 
						
						
						
						
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						COMENTARIO 
						
						
						sobre 
						un texto de Américo Castro y sobre un texto de 
						
						
						El 
						Quijote. Fernando Luis Arán Tomás
						
						
						 
				
				 
				
				Fernando Luis Arán Tomás 1º BT-B  
				
				 Texto 1:
			
				
				
				
				UNIVERSAL POÉTICO, PARTICULAR HISTÓRICO
				
				
				
				Américo Castro, Sobre El Quijote, 
				1925 
				
				
				El problema 
				de las relaciones que no preocupó al 
				primer Renacimiento, adquiere, pues, en la
				segunda 
				mitad del siglo particular 
				acuidad entre los tratadistas
				italianos. Los 
				moralistas censuraban la literatura puramente 
				imaginativa, de arte autónomo. Hacía falta una literatura 
				verdadera y al mismo 
				tiempo ejemplar, para la que 
				Aristóteles prestaba base 
				sólida con su Poética
				«No es el oficio 
				del 
				poeta contar las cosas como 
				sucedieron, sino como deberían 
				haber  sucedido, o como fuese necesario o verosímil. Porque 
				no está la diferencia entre el poeta y el historiador en 
				que el uno escriba en verso 
				y el otro en prosa, pues, la Historia
				 de Herodoto 
				fácilmente se podría poner en verso, y no 
				por eso dejaría de ser 
				historia como antes lo
				era sin el verso;
				pero diferéncianse en 
				que el uno escribe las
				cosas como han
				sucedido, y el otro 
				como deberían haber sucedido. De donde 
				es, que la poesía tiene más 
				de lo filósofo y de agudeza que la 
				historia, 
				porque
				la
				poesía trata las cosas 
				más en lo 
				universal, y la historia las trata
				en particular».
				Ese mundo 
				de la verdad posible 
				o de lo 
				verosímil, podía convertirse 
				fácilmente en el 
				paradigma del deber ser, de lo
				ejemplarmente moral 
				para armonizar la falsedad 
				inevitable
				de la fantasía
				poética 
				con la verdad, habían 
				tratado de ennoblecer
				el arte 
				considerando 
				escolásticamente su 
				fin y obligándolo a reflejarse
				en 
				la 
				abstracción 
				del 
				Bien 
				absoluto, 
				haciendo 
				de 
				los 
				personajes 
				poéticos otros tantos ejemplares
				de
				virtud, a despecho 
				de la realidad y de la historia. 
				
					
					
					Según 
					Piccolomini, un comentarista de Aristóteles del siglo XVI,
					
					lo 
					verosímil
					poético tiene más 
					alcance que la verdad, porque es un aspecto 
					eterno de 
					aquello que, 
					tomado (según diríamos
					hoy
					en
					su fugacidad 
					fenoménica, puede ser inverosímil y, por tanto, antipoético.
					«Pero el poeta-dice 
					Toffanin-, mucho más vidente que el historiador, ve 
					aquello en forma inmutable. Es decir, la
					verdad vista por éste se 
					escribe con minúscula; la vista por 
					aquél, con mayúscula, y 
					se llama «verosímil» 
					un verosímil 
					sobre el cual brilla 
					confirmándolo la luz divina, y que se llama 
					lo «debido».
 
				 
				 
				
				Este es un texto argumentativo.
				
				La poesía es lo verosímil poético, esta cuenta las cosas como 
				deberían haber sucedido en realidad, se narran los ideales y 
				utopías, mientras que en la historia es antipoética no porque 
				este escrito en prosa y no verso sino porque cuenta las cosas 
				tal y como sucedieron sin ninguna clase de idealismo, todo es 
				real.
				
				La argumentación es un tipo de escrito que tiene cono objetivo 
				convencer al receptor mediante razones y no mediante falaces 
				(que sería la persuasión).
				
				La estructura de la argumentación puede ser variada:
				
				    -Estructura encuadrada:
				
				          -Presenta una tesis.
				
				          -Cuerpo de la argumentación: conjunto de argumentos-
				
				          -Conclusión: reelabora la tesis gracias a los 
				argumentos expuestos.
				
				    -Estructura inductiva: empieza por casos particulares hasta 
				llegar a la tesis
				
				    -Estructura deductiva: comienza por la tesis y llega hasta 
				los argumentos.
				
				La estructura de este texto es una estructura encuadrada, en la 
				cual presenta la tesis, luego los argumentos y después la 
				conclusión en la que vuelve a exponer la tesis.
				
				Los tipos de argumentos son varios:
				
				    -Argumentos de autoridad: citas de personas importantes las 
				cuales dan su opinión.
				
				    -Argumentos de ejemplificación: ejemplos de hechos que 
				apoyan la tesis.  
				
				    -Cifras y números que son verdades demostrables.
				
				    -Argumentos razonables: son argumentos basados en la razón.
				
				    -Contraargumentos: argumentos que se critican y desmontan.
				
				En este texto los argumentos utilizados mas claros son de 
				autoridad ya que expresan la opinión de Piccolomini y Toffanin.
				
				El tipo de oraciones utilizadas en la argumentación son las 
				oraciones subordinadas, también causales...
				
				Los verbos ya no solo son en presente de indicativo sino que 
				también aparecen tiempos de subjuntivo e imperativo.
				
				También se pueden encontrar conectores: “porque, ya que, por 
				consiguiente”.
				
				 
				
				Opinión personal:
				
				Yo estoy de acuerdo sobre la definición de historia y poesía, la 
				historia es qué y como ocurrió y la poesía lo que debería haber 
				ocurrido. La poesía es mas filosófica que la historia ya que en 
				esta no se introducen opiniones, pensamientos y sentimientos de 
				los autores que componen las obras.
				
				 ________________________________________________________________________________
				
				________________________________________________________________________________
				
				
				Texto 2:
				
				
				Texto de la Segunda parte de 
				El Quijote
				
				Que trata de lo que verá el que 
				lo leyere o lo oirá el que lo escuchare leer
				Al salir de Barcelona, volvió don Quijote a mirar el sitio donde 
				había caído y dijo:
				—¡Aquí fue Troya! ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó 
				mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus 
				vueltas y revueltas, aquí se escurecieron mis hazañas, aquí 
				finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!Oyendo lo cual Sancho, dijo:
				—Tan de valientes corazones es, señor mío, tener sufrimiento en 
				las desgracias como alegría en las prosperidades; y esto lo 
				juzgo por mí mismo, que si cuando era gobernador estaba alegre, 
				agora que soy escudero de a pie no estoy triste, porque he oído 
				decir que esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha 
				y antojadiza, y sobre todo ciega, y, así, no ve lo que hace, ni 
				sabe a quién derriba ni a quién ensalza.
				—Muy filósofo estás, Sancho —respondió don Quijote—, muy a lo 
				discreto hablas. No sé quién te lo enseña. Lo que te sé decir es 
				que no hay fortuna en el mundo, ni las cosas que en él suceden, 
				buenas o malas que sean, vienen acaso, sino por particular 
				providencia de los cielos, y de aquí viene lo que suele decirse: 
				que cada uno es artífice de su ventura. Yo lo he sido de la mía, 
				pero no con la prudencia necesaria, y, así, me han salido al 
				gallarín mis presunciones, pues debiera pensar que al poderoso 
				grandor del caballo del de la Blanca Luna no podía resistir la 
				flaqueza de Rocinante. Atrevíme, en fin; hice lo que pude, 
				derribáronme, y, aunque perdí la honra, no perdí ni puedo perder 
				la virtud de cumplir mi palabra. Cuando era caballero andante, 
				atrevido y valiente, con mis obras y con mis manos acreditaba 
				mis hechos; y agora, cuando soy escudero pedestre, acreditaré 
				mis palabras cumpliendo la que di de mi promesa. Camina, pues, 
				amigo Sancho, y vamos a tener en nuestra tierra el año del 
				noviciado, con cuyo encerramiento cobraremos virtud nueva para 
				volver al nunca de mí olvidado ejercicio de las armas.
				
				—Señor —respondió Sancho—, no es 
				cosa tan gustosa el caminar a pie, que me mueva e incite a hacer 
				grandes jornadas. Dejemos estas armas colgadas de algún árbol, 
				en lugar de un ahorcado, y ocupando yo las espaldas del rucio, 
				levantados los pies del suelo, haremos las jornadas como vuestra 
				merced las pidiere y midiere, que pensar que tengo de caminar a 
				pie y hacerlas grandes es pensar en lo escusado.
				 _________________________________________________________________
				 
				
				 
				
				En este capítulo se observa que Don Quijote está reprimido por 
				perder el duelo ante el Caballero de la Blanca Luna pero a la 
				vez lo acepta, acepta cumplir su castigo quedándose en casa un 
				año. Sancho Panza también está resentido y triste, pero ambos 
				intentan apoyarse y darse ánimos.
				
				Este capítulo pertenece a la segunda parte de la novela (ya casi 
				al final). Se narra la vuelta de Don Quijote y su escudero a la 
				mancha después de haber sido derrotado por el Caballero de la 
				Blanca Luna. Los protagonistas llegaron a Barcelona procedentes 
				de Aragón donde mantuvieron una estancia en el palacio de unos 
				Duques, éstos sólo pretendían reírse de él y de Sancho. Sancho 
				fue nombrado gobernador de una ínsula (era sólo una broma de los 
				Duques) pero dimitió, y se dirigieron a Barcelona donde una 
				mañana en la playa encontró al caballero que le derrotó (éste 
				resultó ser un vecino del pueblo, el bachiller Sansón Carrasco) 
				y volvieron a su pueblo. En su casa Don Quijote cayó enfermo y 
				recobró la cordura, al final murió.
				
				Todas las salidas de nuestro protagonista pueden definirse en un 
				círculo: partida, búsqueda de aventuras, FRACASO.
				
				El lenguaje que utilizan es arcaico, Sancho gracias a su 
				sabiduría popular, recuerda muchos refranes, los cuales va 
				diciendo a lo largo de la obra, también provoca una deformación 
				en el lenguaje de sus palabras (presonaje, personaje...) que Don 
				Quijote intenta evitar.
				
				Las personalidades son variadas en los dos:
				
				    -Don Quijote: es perteneciente a la baja nobleza (es un 
				hidalgo) y se ve en vuelto en un mundo de locura provocado por 
				su afición a leer libros de caballeros andantes. Es un 
				idealista.
				
				    -Sancho Panza: posee una personalidad más realista pero al 
				final se va produciendo un intercambio de ideas, Don Quijote se 
				vuelve realista y Sancho idealista. Este salió de su casa por 
				codicia, por las promesas que le hizo su amo.
				
				También existen más personajes secundarios como Dulcinea (ésta 
				sólo existe en la imaginación de Don Quijote) en realidad sólo 
				es una campesina llamada Aldonza Lorenzo.
				
				El narrador es un tipo de narrador-editor en el cual Cervantes 
				dice que había empezado a escribir la novela gracias a unos 
				archivos de la Mancha y después encuentra unos manuscritos en 
				árabe, los cuales traduce y continúa escribiendo, el autor de 
				estos era Cide Hamete Benengeli. Este tipo de narrador permite a 
				Cervantes hacer comentarios (en ocasiones humorísticos) que de 
				no ser así sería imposible.
				
				 Interpretación:
				
				En un principio Cervantes solo pensaba escribir un pequeño 
				relato pero continuo.
				
				Su intención era parodiar los libros de caballerías de la época. 
				Cervantes pretendía juzgar y criticar la literatura propia del 
				siglo XVI. Aunque también retrata la forma de vida y costumbres 
				de la época.
				
				En toda la obra se observa un claro juego de perspectivas entre 
				la ironía y la simpatía (ya que en principio iba a ser una 
				novela humorística).
				
				Esta novela consta de dos partes:
				
				    -1ª parte: se publica en 1605 consta de 52 capítulos y se 
				narran las dos primeras salidas de Don Quijote.
				
				
				    
				-2ª parte: se publica en 1615 consta de 74 capítulos  y se narra 
				la tercera salida. 
				
					
						
							 
							
							
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