�FILOSOF�A CONTEMPOR�NEA DE LA MENTE�
�HERENCIA
COGNITIVA?
NIEVES
GARC�A-TEJEDOR
(A mi padre, de cuya herencia cognitiva me siento muy orgullosa y
agradecida)
Una mirada de soslayo al ADN
(Daniel Dennett)
entro de los paradigmas
cient�ficos, la vida escapa a dos cuestiones fundamentales: por un
lado, desde los axiomas de la f�sica newtoniana, no se puede
explicar la irreversibilidad del tiempo, es decir, que tenga una
flecha que se�ala siempre hacia adelante; sin embargo, la vida es un
proceso claramente irreversible. La Biolog�a, junto con la segunda
ley de la termodin�mica,
ha sido hasta hace poco, la �nica ciencia en la que se manten�a el
�misterio� de dicha irreversibilidad como ley. Adem�s, se da la
paradoja de que la vida (tambi�n el conocimiento) escapa en parte a
ese segundo principio de la termodin�mica, porque se trata de un
sistema aut�nomo o autoorganizado que tiende a preservarse.
En la vida,
fisiol�gicamente hablando, existe un continuo turnover de
sustancias; cada ser vivo se encuentra en un estado de equilibrio (steady
state). Por tanto, la vida consiste en una serie incesante de
�selecciones� o �elecciones� (en todo el organismo o en alguna de
sus partes). Las decisiones se toman dentro de las c�lulas, por
mecanismos ya programados en la composici�n de las enzimas que se
fabrican, determinada por la selecci�n natural del ADN apropiado
durante millones de a�os. Cada especie posee modelos enzim�ticos
propios, y en cada individuo la experiencia previa deja su huella.
Puede suceder tambi�n que el organismo demande enzimas nuevas para
afrontar una nueva situaci�n, con lo que se producen �s�ntesis
in�ditas� de enzimas, y se origina un proceso de retroalimantaci�n o
feedback: el sistema se autoadapta para responder a la nueva
situaci�n. El sistema va adquiriendo una organizaci�n cada vez m�s
elaborada para su prop�sito de seguir viviendo, la cantidad de
informaci�n que contiene va aumentando durante la vida, y este
aumento de informaci�n se debe a las propias actividades creadoras
del organismo como agente generador que utiliza programas heredados
para adquirir m�s informaci�n y producir nuevos programas. Es decir,
los seres vivos tienen capacidad de incrementar el contenido de sus
informaciones. L�gicamente, el ser vivo con mayor cantidad de
informaci�n es el ser humano, donde los cambios por adaptaci�n
pueden suceder continuamente en numerosas partes del cuerpo en
respuesta a las circunstancias. Estos cambios por adaptaci�n ocurren
tambi�n en el cerebro: son las adaptaciones de mayor importancia, y
pueden constituir la base de la memoria. El proceso de aprendizaje
en respuesta al ambiente posee unas caracter�sticas espec�ficas en
el hombre.
Y es el ADN el que, de alguna manera, proporciona el abanico de
posibilidades entre las que cada individuo seleccionar� las m�s
convenientes para cada situaci�n.
Debido a la selecci�n
natural, el ADN heredado de cada individuo dirige la formaci�n de
una criatura capaz de vivir bajo unas condiciones determinadas. Es
como si el ADN fuera una �representaci�n� de ese medio ambiente.
En la intenci�n o necesidad de seguir
viviendo, todo organismo debe investigar y decidir lo que va a
hacer, de forma que la vida es una perpetua toma de decisiones. En
el ser humano �stas han ido aumentando conforme el cerebro fue
adquiriendo la complejidad suficiente; es m�s, quiz�s el �xito de la
evoluci�n del hombre radique tambi�n en su capacidad para reconocer
que comparte su informaci�n con otros, gracias a la capacidad de
representaci�n del cerebro, que permite la conciencia de uno mismo y
de los dem�s. La informaci�n est� �escrita� en el ADN. El
�conocimiento� m�s sencillo (el de respirar, comer, caminar...)
qued� registrado en el cerebro antes de la aparici�n del Homo
sapiens; los �conocimientos superiores� como el lenguaje, han de
tener tambi�n un componente hereditario ��Similar a la idea de J.
Fodor de que la mente posee una arquitectura de doble rango:
sistemas de input y
cognici�n (independientes y separados) y sistemas centrales?
Todo conocimiento adquirido
tiene que quedar registrado de alg�n modo en el cerebro durante el
proceso de aprendizaje. Pero � C�mo se relacionan estas actividades
con los actos mentales conscientes? Dada la actividad del cerebro,
est� claro que la �mente� en s� misma no es una entidad que contenga
gran cantidad de informaci�n en todo momento.
Tambi�n est� demostrado que
los seres humanos tenemos una capacidad innata para el aprendizaje
del lenguaje (entre otras aptitudes, quiz�s). Esto implica mucho m�s
que una mera asociaci�n de una palabra con un objeto o un concepto
abstracto; los seres humanos de alg�n modo generalizamos a partir de
enunciados aprendidos,�computando� una infinita variedad de
combinaciones.
La informaci�n registrada
en el cerebro tiene que ser m�s que un mero archivo que compila la
informaci�n; tampoco se �guarda� en forma de c�digo o proposici�n...
debe de ser como incorporada a un sistema representativo, algo as�
como si el cerebro representase f�sicamente al mundo.
En realidad, todos los
seres vivos son usuarios de representaciones: la disposici�n de los
nucle�tidos a lo largo de la cadena de ADN es una representaci�n
codificada; as�, la vida ha desarrollado una capacidad para elaborar
representaciones y utilizarlas (d�ndose la paradoja de que la
informaci�n del ADN es usada por enzimas que son ellas mismas
producto del ADN).
Pero las representaciones
implican un agente y (�siempre?) una actitud intencional.
Y
el lenguaje �es un
prerrequisito de la intencionalidad o hace uso de intencionalidad
anterior? �Existe una intencionalidad �no-lenguaje�?
Fodor propone, en su �teor�a
computacional�, que
la mente posee un conjunto de reglas que determinan qu� operaciones
se realizan con las representaciones mentales = s�mbolos. Seg�n �l
las representaciones mentales constituyen un �lenguaje del
pensamiento�.
El lenguaje del pensamiento es
donde se llevan a cabo las actividades cognitivas. Es un lenguaje
interno e innato (�mentales�). S�lo incluye procesamiento
sint�ctico.
Fodor dice que los procesos
computacionales son distintos de otros procesos y que la acci�n
considerada es distinta de una mera �reaccionabilidad�: el sistema
nervioso no es un simple reactor, sino un agente provisto de un
programa de acci�n muy elaborado con el que persigue sus objetivos.
Un problema de la teor�a
computacional es que las representaciones tienen una funci�n
referencial, pero la teor�a no explica c�mo se realiza esa funci�n.
Y para explicar la intencionalidad de los estados mentales tenemos
que explicar c�mo se conectan las representaciones con los objetos
del mundo. Fodor intenta solucionarlo postulando conexiones causales
con estados externos del mundo. Sin embargo, la intencionalidad
tambi�n puede ser hacia cosas que no existen.
Se da tambi�n
la diferencia de que un ordenador es una m�quina que funciona
mediante programas suministrados en un c�digo apropiado. Pero en el
cerebro no existe una separaci�n entre hardware y software. Cada uno
recibimos por herencia un cerebro que ya contiene ciertos programas
sencillos, como el de la respiraci�n; tambi�n contiene dispositivos
que le permiten aprender numerosos programas nuevos, m�s elaborados.
Adem�s, el cerebro transmite informaci�n en un c�digo digital de
se�ales nerviosas (neurotransmisores, potencial el�ctrico,
sinapsis...), no almacena informaci�n mediante d�gitos simples. No
existe en el sistema nervioso una distinci�n entre hardware y
software, o entre sintaxis y sem�ntica.
Dennett, que se define a s�
mismo como �fil�sofo naturalista�, critica la teor�a computacional:
un cerebro que manipulase s�mbolos computacionales parece
profundamente no biol�gico. Adem�s, si el sistema opera con reglas
puramente formales o sint�cticas para manipular representaciones, no
tendr� acceso a los contextos que sirven para eliminar ambig�edades
en los distintos significados de los t�rminos.
En cuanto a las
representaciones, seg�n Dennett �nada es intr�nsecamente una
representaci�n de cualquier cosa; algo es s�lo una representaci�n
para alguien; toda representaci�n requiere por lo menos un usuario
del sistema (...) Llamad a este usuario un agente independiente�.
De alguna manera, este
agente ha de ser el cerebro.
El ADN humano proporciona
un cerebro ya previamente programado para la colaboraci�n y el
lenguaje; y seguramente para muchas m�s cosas. Adem�s, cada
individuo tambi�n hereda capacidades para el aprendizaje, lo cual le
permite la creaci�n de elaboradas representaciones de su medio
ambiente. Dennett dice tambi�n que los mensajes en el c�digo del
cerebro pueden ser considerados como representaciones que se
reconocen a s� mismas.
El antrop�logo cognitivista
Dan Sperber cree que en el curso de la evoluci�n, la mente ha
desarrollado sencillamente otro m�dulo: el �m�dulo de
metarrepresentaci�n�, que se refiere a las m�ltiples
representaciones del conocimiento en la mente humana. Mientras que
los dem�s m�dulos de la mente contienen conceptos y representaciones
sobre cosas (sobre los perros y lo que hacen los perros, por
ejemplo), Sperber sugiere que el nuevo m�dulo s�lo contiene
�conceptos de conceptos� y �representaciones de representaciones�.
El MMR es como un centro distribuidor por el que tienen que pasar
las nuevas ideas para encontrar un hogar.
Pero, aun habiendo encontrado su hogar, son libres de volver y
visitar el centro de distribuci�n cuantas veces gusten. Tambi�n hay
ideas nuevas que no tienen un hogar para cobijarse (que un gato
pueda ladrar), por consiguiente, se quedar�n en el centro
distribuidor.
ero �c�mo hemos llegado
hasta aqu�? Es decir �c�mo ha evolucionado la mente hasta ahora?
Una de las teor�as o
propuestas m�s seductoras era la similitud entre ontogenia y
filogenia (nuestros antepasados hom�nidos aprend�an del mismo modo
que los ni�os). Sin embargo, en el desarrollo de los ni�os se
manifiestan: psicolog�a intuitiva; biolog�a intuitiva (�aunque un
caballo lleve puesto un pijama de rayas, un ni�o sabe que no es una
cebra�);
f�sica intuitiva; lenguaje. Esto no parec�a existir en el humano
primitivo.
Leda Cosmides y John Tooby
propone una �teor�a de la modularidad�:
seg�n ellos, la mente es como navaja suiza: m�dulos mentales,
ensartados en la mente desde el nacimiento y universales a todos los
seres humanos; son �ricos en contenido�. Y a�aden que los m�dulos se
pueden reagrupar: �facultades�. Pero si la mente moderna evolucion�
como un medio para resolver los problemas que tuvieron los
cazadores-recolectores de la Edad de Piedra �como se explica
entonces esas cosas que la mente moderna sabe hacer tan bien
pero que aquellos cazadores-recolectores nunca intentaron? Existe
una paradoja: los cazadores-recolectores modernos piensan su mundo
natural como si fuera un ente social: no utilizan una �hoja�
distinta para pensar entidades tan distintas. El mayor obst�culo,
pues, a la teor�a de la mente de C & T es la pasi�n humana por la
analog�a
y la met�fora.
Steven Mithen propone una
teor�a m�s interesante: que la mente de los humanos primitivos
tuvieran inteligencias especializadas no comunicadas o relacionadas
entre s�; destinada cada una de ellas a un �rea espec�fica de
conducta y esencial para el funcionamiento de la mente en su
conjunto. Dichas inteligencias estar�an �encapsuladas�, usando
terminolog�a de Fodor. En principio deb�an de ser al menos tres:
inteligencia social, inteligencia de la historia natural e
inteligencia t�cnica, y quiz�s una cuarta: la inteligencia
ling��stica.
De alguna manera, empez� a manifestarse en la mente una comunicaci�n
entre estas inteligencias encapsuladas, de modo que �fluyeran ideas�
entre ellas, debido a cambios y mutaciones en el programa gen�tico,
para la adaptaci�n al medio (como explic�bamos m�s arriba).
Volviendo a Dennett:
�La pr�ctica de hacerse preguntas a uno mismo pudo originarse como
un efecto colateral natural de hacer preguntas sobre otros, y su
utilidad ser�a parecida: un comportamiento que visiblemente
incrementar�a las perspectivas de uno gracias a una
orientaci�n-acci�n mejor informada (...) Supongamos (...) que la
informaci�n correcta ya est� en el cerebro, pero se halla en manos
del especialista equivocado; el subsistema del cerebro que necesita
la informaci�n no puede acceder directamente al especialista porque
la evoluci�n sencillamente no ha encontrado la oportunidad para
suministrar esa �conexi�n�. Pero hacer que el especialista
�transmita� la informaci�n al medio, y luego confiar en un par de
orejas (y un sistema auditivo) para poder captarla, ser�a una forma
de crear una �conexi�n virtual� entre os subsistemas implicados. Un
acto de autoestimulaci�n de este tipo podr�a abrir una nueva y
valiosa v�a entre los componentes internos de uno�.
Si sustituimos los t�rminos
�especialista� por �inteligencia especializada� y �conexi�n virtual�
por �fluidez cognitiva�, el razonamiento de Dennett es similar al de
Mithen, salvo que en Dennett cualquier �especialista� podr�a
�transmitir� informaci�n, mientras que en Mithen esta funci�n se
limit� solamente a la inteligencia social.
Para Dan
Sperber, la invasi�n de la inteligencia social por parte de la
informaci�n no social habr�a provocado una �explosi�n cultural�.
Esto es lo que sucede en el Paleol�tico Superior y, como parte de
esa explosi�n cultural, aparecen conceptos y creencias que ning�n
�rea por s� sola habr�a podido crear, como el arte o la religi�n.
as�, gracias a la
asociaci�n de las mutaciones gen�ticas aleatorias, le herencia, el
�xito reproductivo y la adaptaci�n constante al medio ambiente,
dicha comunicaci�n �inter-inteligencias� fue progresando, a la vez
que fue sufriendo un proceso de selecci�n natural. Esta necesaria
adaptaci�n constante al medio ambiente fue especialmente dura y
significativa cuando los primeros H. sapiens emigraron desde
�frica, lo cual origin� una p�rdida considerable de variedad
gen�tica: una especie de �cuello de botella� en la evoluci�n. Esto
explicar�a (entre otras cosas) por qu� no sirve la equivalencia
entre ontogenia y filogenia: se produjo una importante selecci�n
gen�tica cuyo �producto� es el hombre moderno, mientras que aquellos
que no se pudieron adaptar �quedaron en el camino� de la evoluci�n.
El Homo sapiens moderno es heredero de un �xito adaptativo
irreversible. Hemos heredado, sin vuelta atr�s, esa �conexi�n
virtual� o �fluidez cognitiva� de la que hablan Dennett y Mithen.
Pero �hay
relaci�n entre aprendizaje y fluidez cognitiva? El continuo
mantenimiento de la vida s�lo es posible por el registro de la
memoria que todo individuo recibe en el ADN. El ADN proporciona la
informaci�n que permite la realizaci�n de todas las actividades que
en el pasado han procurado la supervivencia y, por tanto, ser�
probable que sean adecuadas en el futuro. El prop�sito biol�gico de
la memoria cerebral es proporcionar instrucciones ante experiencia
recientes, m�s al d�a que la memoria gen�tica. Lo que los genes
aportan al cerebro es la capacidad de aprender siguiendo unas
v�as espec�ficas.
Esta capacidad de aprender ha de estar �ntimamente
ligada a esa �conexi�n virtual� o �fluidez cognitiva�.
El cerebro no es, desde
luego, una tabula rasa, sino que �trae� una �configuraci�n
previa�; que es el legado de aquella selecci�n natural por la que
los individuos capaces de aprender
�aquellos con fluidez cognitiva o conexi�n virtual- sobrevivieron
(sin vuelta atr�s, esa es la flecha del tiempo que marca la
naturaleza).
Y esa fluidez cognitiva, a
nuestro parecer, ser�a como la fluidez del agua, que no es una
�cosa� separada del agua, sino una propiedad de ella misma.
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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Sistemas de
input: vista, o�do, tacto, lenguaje. Se basan en procesos
cerebrales independientes, �encapsulados�.Sistemas
centrales: arquitectura oculta; procesos misteriosos como
resoluci�n de problemas o imaginaci�n. Aqu� reside la
inteligencia. No se relacionan con partes concretas del
cerebro. El rasgo m�s caracter�stico de la cognici�n es su
�no encapsulaci�n, su creatividad, su holismo y su pasi�n
por lo anal�gico�.
Para defender
esta afirmaci�n, Fodor se remite a tres tipos de fen�menos:
la conducta racional, el concepto de aprendizaje y la
percepci�n.
A todo esto
se a�adir�a , por tanto, la curiosidad acerca de la
plasticidad del tejido nervioso.