Índice:
1.
Introducción y organización del
ensayo.
2.
Ítaca: ¿la patria de Odiseo?.
Personajes y contextos.
3.
Cuerpo del ensayo:
a.
Breve resumen de los textos, ideas
principales y su relación consiguiente.
b.
Viaje a Ítaca, suposiciones.
c.
Comentario crítico de los textos,
tanto de forma individual como en general.
4.
Conclusión.
a.
Primero objetiva y finalizando con la
opinión personal.
5.
Bibliografía.
1.
Introducción
y organización del ensayo.
“Un ejemplo de
cómo ser autónomo y ser libre es un proceso,
que lleva toda la vida, como el viaje de
Ulises a Ítaca.”
El
tema principal de este ensayo se basa
precisamente en la afirmación que se hace en
las dos líneas con las que comienzo. Quizás
la mejor manera será desglosar trozo a trozo
éstas dos líneas a modo de explicación.
A la
hora de comenzar esta pequeña investigación,
he preferido “empaparme” de la mayoría de
artículos posibles, y de cada uno de ellos
extraer las ideas principales, siempre que
guarden relación (directa o no) con el poema
que he tomado como base: “El viaje a Ítaca”
(Konstantino Kavafis). De entre otros, que
próximamente mencionaré con más detalle,
debo destacar los más importantes:
- Artículo de Antonio Muñoz Molina: "Ponerse
ciego". Revista "Muy interesante",
septiembre de 2006.
- “La Reina de
las Nieves”, de Carmen Martín Gaite.
Páginas 217-219.
- “Ulises y las
Sirenas”, Canto XII.
2.
Ítaca: ¿la
patria de Odiseo? Personajes base.
-
Ítaca: ¿la patria de Odiseo?
Se da por sentado que la isla llamada Ítaca
en la actualidad es la patria legendaria de
Odiseo, el protagonista de
La Odisea de
Homero. Según algunos estudiosos,
puede que se trate del lugar donde habitara
el mismo Homero. El autor describe 26
lugares específicos de Ítaca y ninguno de
ellos parece corresponderse con la moderna
Ítaca. Existen varias teorías para explicar
por qué esto es así, ninguna de las cuales
es concluyente.
(Wikipedia)
Tras situarnos a orillas del mar Jónico,
donde se localiza este municipio, conviene
presentar brevemente a los personajes:
Homero:
Supuestamente, es el autor de “La Odisea”.
Aspectos importantes que destacar son su
famosa ceguera y que sus escritos se
encuentran en torno a las ciudades cercanas
al mar Jónico (en nuestro caso: Ítaca).
Helios:
Dios del Sol (según la mitología romana).
Sirenas:
son seres
ampliamente extendidos en las narraciones
fantásticas de la literatura occidental,
cuya función y representación han variado
con el tiempo. Aunque en su forma original
eran seres híbridos de mujer y
ave, la representación más común
actualmente las describe como mujeres
jóvenes con cola de
pez. En la mitología griega, las
sirenas son una clase difusa que comprende
varios seres que se distinguen por una voz
musical y prodigiosamente atractiva.
3. Cuerpo del ensayo:
a.
Breve resumen de los textos, ideas
principales y su relación consiguiente.
-
Artículo de Antonio Muñoz Molina: "Ponerse
ciego". Revista "Muy interesante",
septiembre de 2006: En este
artículo el autor hace referencia a La
Odisea, al hablar de Telémaco (el hijo de
Ulises, y el viaje de éste a Ítaca) al
ponerla como ejemplo tras una crítica a los
macro botellones, a los excesos de consumo
de alcohol y drogas en los jóvenes; y
posiblemente lo más importante: las
responsabilidades que conllevan estos
excesos. Al hablar de estos excesos en los
adolescentes lo relaciona con los ejes
principales de la racionalidad: las
capacidades de recordar y aprender
(capacidad de ser autónomos frente a
nuestros actos). Pero, en un estudio sobre
la racionalidad imperfecta (de
Jon
Elster) se demuestra
precisamente que Ulises no es del todo
racional:
“Pero
atadme con fuertes lazos, de pie y arrimado
a la parte inferior del mástil para que me
esté allí sin moverme... Y en el caso de que
os ruegue o mande que me soltéis, atadme
con más lazos todavía.”
(Odisea, Canto XII, líneas 158-161)
Los
argumentos utilizados para ésta conclusión
se basan en que “era
capaz de alcanzar por medios indirectos el
mismo fin que una persona racional habría
podido alcanzar de manera directa. Su
situación -ser débil, y saberlo- señala la
necesidad de una teoría de la racionalidad
imperfecta que casi ha sido olvidada por
filósofos y científicos sociales. […]”
(Jon Elster)
Ahora bien, de manera general
cabe destacar que en este fragmento Odiseo
manda a sus hombres taparse los oídos con
cera para evitar escuchar el canto de las
Sirenas (que enloquece a quien lo escucha),
pero él se ata al mástil del barco, ya que
estaba deseoso de escucharlo. Tras llegar a
Tinacria (Silicia), sacrifican a varias
reses del ganado de Helios, lo cual provoca
su enfado. Al volver al mar, Zeus lanza un
rayo contra su nave, y sólo sobrevive Odiseo.
Finalmente, llega a Calipso (lugar donde
comienza la historia).
b.
Viaje a Ítaca, suposiciones.
Una
vez puestos en bandeja los ingredientes
iniciales, presentaré el plato principal: “El
Viaje a Ítaca”…
Aquí comenzaré a exponer argumentos de
distintas fuentes que, más tarde, servirán
para comenzar a entender las candentes
lagunas que corren en torno a “La Odisea”:
-
El poema tiene como fin la realización del
deseo, llegar a Ítaca, y el enriquecimiento
que éste supone, ya que en el camino está
colmado de vivencias y de riquezas. Cada
vez que se mueve un profundo deseo, se
emprende un nuevo viaje a Ítaca. Éste camino
la eleva hasta idealizarla, de manera que al
llegar puedes sentirte incluso decepcionarte
por encontrar un vacío en tu destino.
-
“Modelo
de Ulises: ya que no somos del todo
racionales, podríamos ir buscando modos para
desarrollar, por lo menos, una racionalidad
imperfecta, que nos ayude a no perdernos en
los laberintos.” (M.
Laguna)
c.
Comentario crítico de los textos,
tanto de forma individual como en general.
Aquí es donde comienzo realmente mi
comentario. En un viaje, el destino y el
inicio no son más que pormenores, ya que lo
realmente importante es el camino que se
sigue para llegar a este destino. Debe ser
largo, como indica el poema en su segundo
verso, y estar plagado de aventuras,
experiencias, y riquezas de las que
aprender. Realmente, al ser el destino un
deseo que se sigue durante todo el camino,
éste pierde casi totalmente su sentido, para
pasar a ser un bien idealizado”, que a la
llegada no será más que una gran decepción.
Y, en consecuencia, emprender un nuevo
“Viaje hacia Ítaca”.
En
el Canto XII se habla de racionalidad
imperfecta ya que, sin ser del todo
racional, sin tener la “capacidad” de
escuchar el canto de las Sirenas y no
lanzarse al mar y saberlo, consigue de una
manera indirecta su proposición. De esto
precisamente habla Paul Ricoeur en su
artículo llamado “Volverse capaz, ser
reconocido”.
Otra pequeña explicación de esta teoría se
presenta en el libro “La Reina de las
Nieves” (Carmen Martín Gaite). En ésta
aparecen dos personajes, la primera es una
chica que va a emprender un viaje muy largo,
lejos de su hogar y de todo cuanto conoce,
debido a esto se siente insegura y con ganas
de llorar. Pero también aparece un niño, que
le recita algunos versos del poema:
“Cuando el viaje emprendas hacia Ítaca
haz votos por que sea larga la jornada.
Llegar allí es tu vocación. No debes,
sin embargo, forzar la travesía.”
Tras recordar estas palabras
mientras fluían de manera muy intensa por la
chica, se transformó el gélido ambiente de
la despedida en un palacio de tranquilidad.
En estos versos habla de lo que antes
explicaba, lo importante es el camino, no el
destino, por lo que hay que aprender a vivir
cada uno de los pasitos que la llevarán a
este fin, lo que sería su “deseo”.
4.
Conclusión.
Primero
objetiva y finalizando con la opinión
personal.
No hace falta
repetir la razón, cuerpo y finalidad del
“Viaje a Ítaca”. Lo más importante, quizás,
sea que a veces, sin darnos cuenta, nos
vemos inmersos en pequeños viajes como éste,
cuando desde pequeños queremos llegar a ser
atletas, escritores, políticos, etc. Y
comenzamos nuestro particular camino con ese
deseo en mente, haciendo deporte,
escribiendo, aprendiendo algo de “arte
sofista”, guardando cada pasito, cada meta
lograda, cada vivencia, de la mejor manera
posible; actuando de la manera que mejor se
precie para alcanzar ese reto, con el tiempo
idealizado, que nos ayuda a continuar de la
manera más viva nuestra vida. Después de
todo, la vida al final son vivencias,
deseos, ganas de vivirla, pequeñas dosis de
sangre que, en conjunto, hacen que el camino
sea lo más largo y apacible posible.
Por supuesto, me
voy a permitir el lujo de encajar en este
pequeño intento de ensayo una mota personal.
Sin darme ni cuenta, sin siquiera saber de
qué hablaba, comencé hace años una poesía de
ésta forma: