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							AGUA EN EL AGUA 
							
							Quisiera que mi vida  
							se cayera en la muerte,  
							como este chorro alto de agua bella  
							en el agua tendida matinal;  
							ondulado, brillante, sensual, alegre,  
							con todo el mundo diluido en él,  
							en gracia nítida y feliz. 
							
							
							La muerte (1918-1924) 
							
							
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							 EL VIAJE DEFINITIVO 
							
							
							Y yo me iré. Y se quedarán los 
							pájaros  
							cantando.  
							Y se quedará mi huerto con su verde árbol,  
							y con su pozo blanco.  
							
							
							Todas las tardes el cielo será azul y 
							plácido,  
							y tocarán, como esta tarde están tocando,  
							las campanas del campanario.  
							
							
							Se morirán aquellos que me amaron  
							y el pueblo se hará nuevo cada año;  
							y lejos del bullicio distinto, sordo, raro  
							del domingo cerrado,  
							del coche de las cinco, de las siestas del baño,  
							en el rincón secreto de mi huerto florido y 
							encalado,  
							mi espíritu de hoy errará, nostáljico... 
							 
							
							
							Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, 
							sin árbol  
							verde, sin pozo blanco,  
							sin cielo azul y plácido...  
							Y se quedarán los pájaros cantando. 
							
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							EL SER UNO 
							 
							
							Que nada me invada de fuera,  
							que sólo me escuche yo dentro.  
							Yo dios  
							de mi pecho.  
							
							
							(Yo todo: poniente y aurora;  
							amor, amistad, vida y sueño.  
							Yo solo  
							universo).  
							
							
							Pasad, no penséis en mi vida,  
							dejadme sumido y esbelto.  
							Yo uno  
							en mi centro. 
							
							
							…………… 
							
							
							RETORNO FUGAZ 
							
							
							¿Cómo era, Dios mío, cómo era?  
							
							
							—¡Oh corazón falaz, mente indecisa!—  
							
							
							¿Era como el pasaje de la brisa?  
							¿Como la huida de la primavera?  
							
							
							Tan leve, tan voluble, tan lijera  
							cual estival villano... ¡Sí! Imprecisa  
							como sonrisa que se pierde en risa...  
							¡Vana en el aire, igual que una bandera! 
							 
							
							
							¡Bandera, sonreír, vilano, alada  
							primavera de junio, brisa pura...  
							¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste! 
							 
							
							Todo tu cambiar trocóse en nada  
							—¡memoria, ciega abeja de amargura!—  
							¡No sé cómo eras, yo qué sé qué fuiste! 
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							ÁLAMO BLANCO 
							
							Arriba canta el pájaro  
							y abajo canta el agua.  
							(Arriba y abajo,  
							se me abre el alma).  
							
							
							¡Entre dos melodías,  
							la columna de plata!  
							Hoja, pájaro, estrella;  
							baja flor, raíz, agua.  
							¡Entre dos conmociones,  
							la columna de plata!  
							(¡Y tú, tronco ideal,  
							entre mi alma y mi alma!)  
							
							Mece a la 
							estrella el trino,  
							la onda a la flor baja.  
							(Abajo y arriba,  
							me tiembla el alma). 
							
							  
							
							Canción
							
							(1936)  | 
							
							
							LA HORA 
							
							Cada minuto de este oro  
							¿no es toda la eternidad?  
							
							
							El aire puro lo mece  
							sin prisa, como si ya  
							fuera todo el oro que  
							tuviera que acompasar.  
							
							
							(¡Ramas últimas, divinas,  
							inmateriales, en paz;  
							ondas del mar infinito  
							de una tarde sin pasar!)  
							
							
							Cada minuto de este oro  
							¿no es un latido inmortal  
							de mi corazón radiante  
							por toda la eternidad? 
							
							(Canción) 
							
							……………… 
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