REALIDAD Y FICCI�N                                                                       LECTURA, COMENTARIO, CREACI�N Escr�benos                                                                                                                                             Edici�n de la p�gina

Web de la profesora Mercedes Laguna

Filosof�a

  y Literatura    

                   

1� y 2� de Bachillerato. I.E.S. "P. Jim�nez Montoya". Baza

Foro sobre lecturas

Temas del primer trimestre. 2006

- La Reina de las Nieves.

- El �rbol de la ciencia.

- Ulises y las sirenas:

      - Art�culo "Ponerse ciego" de Mu�oz Molina.

      - Poema de Cavafis.

      - Cuento de Kafka: "El silencio de las sirenas".

      - Art�culo de Ricoeur: "Volverse capaz, ser reconocido".

Puedes comentar algo sobre alguno de los temas o alguna de las intervenciones del foro

 Haz clic para ver los mensajes de cada grupo                                          Para participar                    

 

FORO sobre lecturas. Mensajes. Temas

 

Respuestas

 

A partir del 15 de diciembre de 2006:  
 
  • Ensayos elaborados por los alumnos de 2� de Bachillerato al final del primer trimestre del curso 2006-2007.

 

1.1. Ensayo de Carmen Pozo, 2� BT: Voluntad y capacidad de elecci�n.

1.2. Ensayo de Jes�s C�rceles, 2� BCH-D: La madurez.

1.3. Ensayo de Alicia Lara. 2� BT: Viaje a �taca.

1.4. Ensayo de Eva Mart�nez Arredondo. 2� BCN-A: El viaje de la vida. El amor, la realidad y el destino.

 

A partir del 1 de diciembre de 2006:  
 

1. El �rbol de la ciencia de P�o Baroja. Texto para comentar.

1.1. Comentario de David P�rez Vallejo, 2� BT.

1.2. Comentario de Alicia Lara Clares, 2� BT.

2. La Reina de las Nieves de Carmen Mart�n Gaite. Texto para comentar.

 

1.1. Comentario de Jes�s C�rceles Domene, 2� BCH-D
 

 

A partir del 16 de octubre de 2006:

 

 

1. Comentario cr�tico sobre el art�culo "Ponerse ciego" de Mu�oz Molina.

Mercedes Laguna

 

1.1 Comentario de Davinia Mancebo, 2� BCH, C

1.2 Comentario de Carmen Pozo, 2� BT.

1.3. Comentario de David P�rez Vallejo. 2� BT.

1.4. Comentario de Roc�o Mart�nez V�lchez . 2� BCN A

2. Sobre un art�culo de Juan Jos� Mill�s: "Escribir".

Ana Mar�a Puertas, 1� de Bachillerato E.

 

 
   
 

 

 
   
   

 

Foro sobre lecturas

 

 

 

 

P�o Baroja: El �rbol de la ciencia. Fragmento del cap�tulo IX de la segunda parte:

 

�Y entre los insectos, �qu� de t�os Miserias!, �qu� de Vic�torios!, �qu� de Manolos los Chafandines no hay!

Ah� tienes el ichneumon, que mete sus huevos en una lom�briz y la inyecta una sustancia que obra como el cloroformo; el sphex, que coge las ara�as peque�as, las agarrota, las sujeta y envuelve en la tela y las echa vivas en las celdas de sus larvas para que las vayan devorando; ah� est�n las avis�pas, que hacen lo mismo arrojando al spoliarium que sirve de despensa para sus cr�as, los peque�os insectos paraliza�dos por un lancetazo que les dan con el aguij�n en los gan�glios motores; ah� est� el estafilino que se lanza a traici�n sobre otro individuo de su especie, le sujeta, le hiere y le ab�sorbe los jugos; ah� est� el meloe, que penetra subrepticia�mente en los panales de las abejas, se introduce en el alv�o�lo en donde la reina pone su larva, se atraca de miel y lue�go se come a la larva; ah� est�...

�S�, s�, no siga usted m�s; la vida es una cacer�a horrible.

�La naturaleza es lo que tiene, cuando trata de reventar a uno, lo revienta a conciencia. La justicia es una ilusi�n hu�mana; en el fondo todo es destruir, todo es crear. Cazar, guerrear, digerir, respirar, son formas de creaci�n y de des�trucci�n al mismo tiempo.

�Y entonces, �qu� hacer? �murmur� Andr�s�. �Ir a la inconsciencia? �Digerir, guerrear, cazar, con la serenidad de un salvaje?

��Crees t� en la serenidad del salvaje? �pregunt� Itu�rrioz�. �Qu� ilusi�n! Eso tambi�n es una invenci�n nuestra. El salvaje nunca ha ido sereno.

��Es que no habr� plan ninguno para vivir con cierto decoro? �pregunt� Andr�s.

�El que lo tiene es porque ha inventado uno para su uso. Yo hoy creo que todo lo natural, que todo lo espont�neo es malo; que s�lo lo artificial, lo creado por el hombre, es bueno. Si pudiera vivir�a en un club de Londres, no ir�a nunca al campo sino a un parque, beber�a agua filtrada y respirar�a aire esterilizado...

Andr�s ya no quiso atender a Iturrioz, que comenzaba a fantasear por entretenimiento. Se levant� y se apoy� en el barandado de la azotea.

Sobre los tejados de la vecindad revoloteaban unas pa�lomas; en un canal�n grande corr�an y jugueteaban unos gatos.

Separados por una tapia alta hab�a enfrente dos jardines: uno era de un colegio de ni�as, el otro de un convento de frailes.

El jard�n del convento se hallaba rodeado por �rboles frondosos; el del colegio no ten�a m�s que algunos macizos con hierbas y flores, y era una cosa extra�a que daba cierta impresi�n de algo aleg�rico, ver al mismo tiempo jugar a las ni�as corriendo y gritando, y a los frailes que pasaban silen�ciosos en filas de cinco o seis dando la vuelta al patio.

�Vida es lo uno y vida es lo otro �dijo Iturrioz filos�ficamente, comenzando a regar sus plantas.

Andr�s se fue a la calle.

�Qu� hacer? �Qu� direcci�n dar a la vida? �se pregunta�ba con angustia. Y la gente, las cosas, el sol, le parec�an sin realidad ante el problema planteado en su cerebro.

 

�����������������������������..

1. Localizaci�n. Ubicaci�n en el conjunto de la novela.

2. Breve resumen. Tema.

3. Organizaci�n de las ideas principales y secundarias.

4. Comentario ling��stico y comentario literario: comentario de los elementos de la narraci�n: personajes, narrador, historia (organizaci�n de), tiempo y lugar.

5. Comentario cr�tico. (Relaci�n con el resto de la novela).

 

 Comentario de David P�rez Vallejo, 2� BT:

 

Comentario del fragmento

 

 

Localizaci�n. Ubicaci�n en el conjunto de la novela.

El fragmento pertenece a la novela El �rbol de la Ciencia, de P�o Baroja. Esta secci�n de la obra se halla al final de la segunda parte.

 

Breve resumen. Tema.

Iturrioz hace una larga exposici�n de la supervivencia de los insectos compar�ndolos con la sociedad humana. Hablan sobre valores como la justicia, creados por el hombre, pero sin valor real.

Andr�s busca qu� hacer para encontrar la serenidad en sus actos, pero Iturrioz tacha tal serenidad como otro invento humano.

Tras esto, Andr�s se asoma a la terraza y contempla dos patios cercanos, donde contrastan unos serenos frailes por un lado y unas ni�as juguetonas por otro. Todo le parece irreal ante el problema.

 

Organizaci�n de las ideas principales y secundarias.

La idea principal a destacar es la forma de la sociedad como un emplazamiento salvaje, donde ideas humanas como justicia, serenidad, etc. caen bajo el instinto de supervivencia. Andr�s busca qu� hacer para encontrar cierta paz, pero las sentencias de Iturrioz s�lo le llevan a perder tal esperanza.

Es muy importante tambi�n c�mo se refleja la indeterminaci�n de Andr�s sobre c�mo actuar.

 

Comentario ling��stico y comentario literario.

Hay que destacar que casi todo el fragmento se basa en el di�logo Esto nos conduce a la casi ausencia del narrador, que deja m�s importancia a la expresi�n de los personajes (con su propia voz).

M�s tarde el narrador vuelve a hacerse presente describiendo el paisaje (focalizado en lo que Andr�s ve; narrador omnisciente selectivo).

Los personajes que aparecen son Andr�s Hurtado (protagonista de la novela) y su t�o Iturrioz. Ambos defienden posturas distintas durante este fragmento, el cual se hace especialmente importante para el an�lisis de la filosof�a de la novela.

El tiempo se desarrolla con el uso de la escena, pues pasa de igual manera entre la historia y el relato (el di�logo apoya en gran medida a esto).

Durante la narraci�n se utiliza el pret�rito imperfecto para describir una situaci�n. Aparece tambi�n en ciertas ocasiones el pret�rito indefinido para nombrar acciones puntuales.

Durante el periodo de exposici�n de Iturrioz se usa el presente atemporal para habar de verdades que no se ven afectadas por el tiempo (casi absolutas).

El espacio tiene cierta relaci�n con la conversaci�n (las plantas que riega Iturrioz con la exposici�n sobre lo salvaje). Aparte de ello aparece poco, aunque es importante la impresi�n de irrealidad que produce en Hurtado.

El l�xico aparenta ser cuidado, pero se intentan representar las palabras que dir�an los personajes de la �poca (concretamente estos personajes) en la realidad.

 

 

Comentario cr�tico.

Esta secci�n es vital para la interpretaci�n de la novela, puesto que gran cantidad de su contenido filos�fico aparece aqu�. A�n as�, debemos interpretar toda la novela como conjunto para obtener la intenci�n de Baroja. Si la dividimos en tres partes, distinguiremos estas secciones principales: tres primeras partes (Andr�s aprende medicina, conoce a gente, viaja, etc.), cuarta parte (conversaci�n con Iturrioz) y tres �ltimas partes (decepciones y fracasos que llevan a Andr�s al suicidio).

 

Si comparamos el pensamiento de Baroja con el de Andr�s, podr�a parecernos que ambos defienden la filosof�a de Schopenhauer. Pero si analizamos el desenlace de Hurtado tras haber seguido su principio (ataraxia), veremos que esta obra supone una cr�tica a tal filosof�a; invita a la acci�n y no a la inactividad. En la cita de Andr�s �Cazar, guerrear, digerir, respirar, son formas de creaci�n y de destrucci�n al mismo tiempo� observamos una relaci�n con el principio de ataraxia de Schopenhauer: toda acci�n implica dolor, por lo que es mejor no hacer nada.

 

En esta secci�n tambi�n observamos como el mundo se va haciendo irreal para Andr�s, el cual se asienta en sus reflexiones y pensamientos, los cuales le conducen al sufrimiento (hecho tambi�n afirmado por Baroja). En este apartado debemos nombrar una intervenci�n que se hace en la cuarta parte de la novela (en otra conversaci�n entre Andr�s e Iturrioz) en la que se nombra al �rbol de la vida y al �rbol de la ciencia; el primero presenta una vida m�s instintiva y el segundo una vida m�s reflexiva (la cual no nos conduce a la felicidad).

 

La novela es tambi�n un reflejo de la realidad social de la �poca. La supervivencia del m�s fuerte sobre el d�bil nos lleva a pensar que valores artificiales tales como la justicia, la bondad, el bien, etc. no nos ayudar�n a progresar o subsistir. Hay un fuerte individualismo (propio de Baroja) e los personajes. Ejemplo es la relaci�n de Andr�s con Lul�. �sta no apoya al amor por reflejar el estado de felicidad de Andr�s una vez casados, sino al fracaso de �ste cuando Lul� deja de ser como a �l le gustaba durante el embarazo y cuando m�s tarde muere. Otra clara muestra de individualismo es Aracil.

 

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

 

Comentario de Alicia Lara Clares, 2� BT:

 

P�o Baroja, EL ARBOL DE LA CIENCIA, comentario del fragmento, por Alicia Lara

 

Localizaci�n

 

Se trata de un fragmento de la novela El �rbol de la ciencia de P�o Baroja (publicado en 1911), que podemos ubicar en la segunda parte, cap�tulo VI.

 

            Debido a la estructura general de la novela, cabe destacar la importancia de nombrar la 3� parte, �Tristezas y Dolores�. Tambi�n cabe destacar el uso del di�logo y descripciones.

 

Breve resumen

 

            El texto nos habla, mediante ejemplos y descripciones, de la diferencia de ideales entre Andr�s Hurtado e Iturrioz, oponiendo un naturalismo �influenciado� (filosof�a de Schopenhauer), y un determinismo ingl�s, que intenta buscarle un sentido a la vida.

 

Ideas principales y secundarias

 

-          En las tres primeras partes, se muestra una vida paralela a la naturaleza (c�mo unos se comen a otros, �la vida es una cacer�a�).

-          En la cuarta parte, encontramos un ejemplo muy claro de la oposici�n de �filosof�as� entre ambos personajes. Andr�s Hurtado se pregunta ��qu� hacer ante esta vida paralela a la naturaleza?�.

-          Quinta y sexta parte: Andr�s describe las vistas desde las barandas de la azotea. Es aqu� cuando podemos encontrar ejemplos muy claros de �impresiones�.

-          S�ptima y octava parte: Hurtado se pregunta sobre el sentido de la vida.

 

Comentario ling��stico y literario

 

-          De manera general (novela al completo, y este fragmento):

 

-          Encontramos, en primer lugar, un narrador omnisciente selectivo, con un estilo indirecto libre.

-          En ocasiones, utiliza el pret�rito imperfecto para expresar acciones inacabadas, que van produci�ndose a lo largo el tiempo, o el pret�rito indefinido, para expresar lo contrario: acciones inacabadas.

 

-          Organizaci�n de la historia:

 

Tras algunas comparaciones, Iturrioz y Hurtado discuten sobre la vida, el por qu� y c�mo de la vida, para buscar de alguna manera una paz interior, que se ve frustrada cuando al final se da cuenta de que est� hueca; y termina busc�ndole de manera siempre pesimista el sentido a �sta.

 

-          Lenguaje dial�ctico

-          Tiempo y lugar:

 

1. Se trata de un presente atemporal, cuando compara los insectos con personas. Ejemplo: �mete�, �coge�,�

            -En las descripciones utiliza el pret�rito imperfecto (antes explicado).

            -Presenta un gran uso de formas no personales, cuando Hurtado se formula a s� mismo las cuestiones.

 

2. Andr�s e Iturrioz se encuentran en la azotea de la casa del segundo citado. Hurtado se apoya en la baranda y mientras el �fil�sofo� riega las plantas.

 

         Importante: Al hacer las comparaciones iniciales, podemos encontrar claramente la presencia de argumentos racionales (ejemplos).

 

 

Comentario cr�tico

 

            En el siglo XIX, se produce el �paso� del Realismo al Naturalismo. En �ste, se ve la realidad desde un punto de vista pesimista. Pero este cambio se produce de forma desigual en Espa�a (donde Baroja se ve influenciado por Gald�s, Clar�n, etc. Y se presentan ciertos resquicios e libertad).

 

Andr�s Hurtado:

 

  • Influenciado por Schopenhauer (quien presenta un pesimismo, seguido por una vida dolorosa y cruel), Nietzsche (y su idea de �hombre fuerte y vitalista�), Kant (que busca la realidad evitando impresiones falsas), etc.
  • Por lo tanto, el objetivo de la novela no es la filosof�a de Schopenhauer, sino hacer una cr�tica a la sociedad de la �poca.
  • En relaci�n con el fragmento, podemos distinguir, por ejemplo, cuando Iturrioz haba de la Justicia universal como algo irreal, formado por ilusiones. M�s tarde, se hablar� de una justicia �relativa�.
  • Antes coment� la importancia del t�tulo del cap�tulo siguiente: Hurtado entra en la desesperanza moral, el pesimismo.
  • Para Baroja, el problema del pesimismo se ve influenciado por su constante reflexi�n sobre las cosas sobre las cosas. En este sentido, volvemos a encontrar claros ejemplos en la obra, tras preguntarse por la �cacer�a constante� entre especies, por el sentido de la vida, �
  • Como la obra se basa en IMPRESIONES, podemos destacar la impresi�n de irrealidad encontrada en el fragmento, un ejemplo puede ser la ya mencionada con anterioridad, justicia.

 

Pensamiento de Baroja  (Darwinismo social):

 

  • La novela, como dije antes, es una fuerte cr�tica a la sociedad espa�ola de fin de siglo. En este sentido, Baroja se muestra como un gran conocedor de Kant, al decir que el objetivo final es la b�squeda de una realidad sin impresiones.
  • Algo muy importante para Baroja era el individualismo, mostr�ndose en contra del colectivismo.
  • Destaca tambi�n la diferencia entre Realidad y Vitalismo.
  • Se trata de una novela muy cambiante.
  • Baroja est� influenciado por el �hombre fuerte� de Nietzsche, pero, �podemos decir que Aracil (el �superhombre� Nietzscheano) es para Baroja parte de su pensamiento o nos encontramos de nuevo ante una cr�tica?
  • Adem�s, se basa en impresiones sencillas, y en obtener la novela de una manera espont�nea, con un final abierto, y llena de acci�n.
  • Pero, como la acci�n implica dolor, no act�a (ataraxia)

 

En conclusi�n, proceder� a dar mi opini�n personal:

 

         En mi opini�n, esta novela refleja mucho m�s de lo que puede parecer a primera vista. O incluso a segunda vista. Qui�n sabe realmente el fondo de muchos peque�os detalles de la obra. De todas formas, en general expresa todas las impresiones, todos los sentimientos de repulsa, de una manera muy sutil, siempre desde un punto de vista que puede, o no, se suyo. Al utilizar las palabras m�s dolorosas y repulsivas posibles, nos sumerge en un mundo pesimista que era �realidad� de su �poca, el dolor, la no-confianza en las personas, etc.

 

 

Por cierto, un peque�o detalle sin importancia� La organizaci�n d los p�rrafos que he dado:

 

1�L�neas 1 y 2

2�L�neas 2 a 9

3�L�neas 10 a 13

4�L�neas 14 a 22

5�L�nea 23

6�L�neas 24 a 32

7�L�neas 33 y 34

8�L�neas 35 a 37 

 

 

 

 

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

La Reina de las Nieves, Carmen Mart�n Gaite, fragmento:

Leonardo Villalba se despert� sobresaltado, una hora an�tes de que el tren llegara a su destino, y se sent� en la litera, entre peri�dicos arrugados y ropas revueltas. Dio la luz. La ca�lefacci�n estaba demasiado alta.

Acababa de so�ar que viajaba a gran velocidad en una api�sonadora gigantesca con aspecto de portaaviones, que arrasaba a su paso bosques y casas. Desde una especie de cabina alta de mandos, blindada en cristal, contemplaba el estrago que �l mismo iba provocando, incapaz de atajarlo ni de salir de all�, a pesar de que buscaba afanosamente al tacto alguna puerta o ranura en aquellas paredes herm�ticas. Adem�s notaba cada vez m�s fr�o. La angustia se redobl� al avistar a lo lejos la Quinta Blanca, rematada por el torre�n hexagonal, y compro�bar enseguida c�mo aquellos perfiles inconfundibles se iban acercando vertiginosamente, al tiempo que se empeque�e�c�an, en lugar de agrandarse. �Qu� f�cil de aplastar, qu� ine�vitable! Parec�a ya uno de esos fr�giles castillos de cartulina primorosamente construidos por la mano de un ni�o tras pa�ciente labor de tijera y pegam�n. Se despert� cuando aquel in�genio infernal, capitaneado por �l mismo, estaba llegando a la verja de entrada, pero le dio tiempo a vislumbrar una figura de mujer, tambi�n diminuta, agitando los brazos en medio del jard�n. El tren se hab�a detenido bruscamente.

Se levant� a buscar una botella de agua mineral en el ar�marito de espejo sobre el lavabo empotrado, y bebi� hasta dejarla casi vac�a. Luego alz� la cortina de tela que cubr�a la ventanilla. No estaban en ninguna estaci�n, sino a la vera de un maizal con casitas diseminadas a lo lejos. Baj� el cristal y asom� la cabeza para respirar a pleno pulm�n el aire de la ma�ana. Acababa de salir el sol. Se notaba bastante fr�o, pero ni una hilacha de nube ensuciaba el tinte uniforme y p�lido del cielo, fen�meno bastante ins�lito en aquella zona. Leo-nardo, aunque segu�a notando un nudo en el est�mago al pen�sar en la llegada, ya inminente, tuvo por buen presagio esta novedad del cielo despejado. Los d�as anteriores hab�an ca�do intensas nevadas por todo el norte de Espa�a, y �l se hab�a pasado muchos ratos pendiente del parte meteorol�gico, de gr�ficos y cifras inconcretos, en tela de juicio. Ahora, con los ojos fijos en un maizal de tr�nsito, contundente y veraz, surg�a la extra�eza. �Quer�a decir algo que no nevara? Aquellas in�formaciones sobre el mal tiempo, que hab�an coincidido, d�as atr�s, con su indecisi�n ante el proyecto de viaje, llegaron a convertirse en un pretexto tan abstracto como falaz. No voy porque est� nevando. En vez de confesarse la verdad: �No acabo de decidirme porque tengo miedo.� �Miedo a qu�? �A salir de dudas, a respirar de otra manera? Hasta que una ma��ana el quid de la cuesti�n hab�a quedado s�bitamente al des�cubierto, como tantas veces, mediante el concurso providen�cial de la literatura. Se acord� de Gerda y fue como quitarse una venda de los ojos. �Hab�a tenido ella en cuenta los cam�bios de temperatura para seguir adelante en el complicado pe�riplo que hab�a de llevarla a resolver sus propios jerogl�ficos y a devolverle la memoria a Kay? �No se hab�a visto jalonada su aventura por tramos de sombra y de sol, de noche y de d�a, de viento y de nieve? Dej� de comprar los peri�dicos y de o�r la radio. Encarg� por tel�fono el billete y puso un telegrama a la Quinta Blanca. �Llego ma�ana en el expr�s de la noche. Salu�dos afectuosos. Leonardo Villalba.� Ahora, mirando propa�garse los primeros resplandores de la ma�ana sobre un paisaje transido de resonancias familiares, se preguntaba qu� ten�a que ver en realidad con este cuento suyo el de Gerda galo�pando a lomos de un reno.

 

1. Localizaci�n. Ubicaci�n en el conjunto de la novela.

2. Breve resumen. Tema.

3. Estructura interna.

4. Comentario ling��stico.

5. Comentario literario: comentario de los elementos de la narraci�n: personajes, narrador, historia (organizaci�n de), tiempo y lugar.

6. Comentario cr�tico. (Relaci�n con el resto de la novela).

 

--------------------------------------------------

 

Comentario de Jes�s C�rceles Domene, 2� BCH-D:

 

Comentario de texto: La reina de las nieves

 

 ESTRUCTURA

 

*   Localizaci�n: Ubicaci�n en el conjunto de la novela

*   Breve resumen. Tema

*   Estructura interna.

*  Comentario ling��stico

* Comentario literario: comentario de los elementos de la narraci�n: personajes, narrador, historia (organizaci�n de), tiempo y lugar.

*  Comentario critico. (Relaci�n con el resto de la novela)

 

  

1) Localizaci�n:

 

  El fragmento que a continuaci�n vamos a comentar pertenece a la novela de formaci�n: �La Reina de las Nieves�, cuya autora es Carmen Mart�n Gaite. El genero o tipo de texto es la narrativa, que presenta como principal caracter�stica la narraci�n de los hechos por le narrador.

  El texto se encuentra ubicado en la tercera parte de la obra, mas concretamente en el �ltimo capitulo titulado �El cristalito de hielo�.

 

 

2) Resumen:

 

  Leonardo, tras la invitaci�n de Casilda Iriarte a la Quinta Blanca para pasar las Navidades, acepta viajar y resolver todas sus incertidumbres o dudas. Esto no aparece reflejado en el texto que comentamos, pero sirve para situarnos dentro de la historia.

  Lo que aparece en el texto es el momento en el que Leonardo viaja en entren hacia su destino. Se levanta sobresaltado tras so�ar con la Quinta Blanca y es en este momento cuando empieza una reflexi�n interior por parte de Leonardo. Siente un nudo en el est�mago, posiblemente por los nervios ante la situaci�n que le avecina, pero la presencia del d�a soleado le hace sentir un buen presagio para los acontecimientos que le esperan.

 

TEMA: El tema de este fragmento podr�a ser claramente la inseguridad o nerviosismo que siente Leonardo ante los acontecimientos que le esperan con Casilda Iriarte.

 

 

 

3) Estructura interna:

 

El texto, claramente se puede dividir en las siguientes partes en relaci�n con el contenido.

a)   Primera parte:

Comienza en la primera l�nea y termina en la tercera l�nea. La primera parte nos sirve de introducci�n para indicarnos el espacio y poder situarnos as�. La primera parte se llamar�a �Despertar�.

b)   Segunda parte:

Empieza en la cuarta l�nea y finaliza en la l�nea decimoquinta. En esta parte conocemos el sue�o extra�o que ha tenido Leonardo sobre la Quinta Blanca. Esta segunda parte se podr�a titular: �Sue�o con la Quinta Blanca�.

c)    Tercera parte:

Comienza en la l�nea decimosexta y finaliza en mitad de la l�nea vig�simo-primera con �zona�. En esta tercera parte nos indica de nuevo el espacio o situaci�n en la que se encuentra nuestro personaje. Esta parte se llamar�a: �Paisaje�.

d)   Cuarta parte:

Empieza en mitad de la l�nea vig�simo-primero y nos da fin en la l�nea treinta y cinco. Esta es la parte m�s importante del texto, ya que Leonardo nos muestra su situaci�n interior con respecto a los hechos que le suceder�n pr�ximamente. Tambi�n se puede apreciar al cuento de �La Reina de las Nieves� sobre Gerda y Kay. Se puede apreciar tambi�n el an�lisis interior al que se somete Leonardo ya que relaciona el mismo con Gerda y Kay a la misma vez. Esta cuarta parte podr�a titularse: �Nudo en el estomago�.

e)    Quinta parte:

Nos da comienzo en la l�nea treinta y seis y finaliza en la �ltima l�nea. Esta parte nos sirve para adentrarnos en la pr�xima situaci�n, es entonces cu7ando llega Gerda a lomos del reno a salvar a Kay. Por ultimo, esta parte recibir�a el titulo: �Rescate de Kay�.

 

 

 

4) Comentario ling��stico:

 

La divisi�n del texto hecha arriba nos puede servir de ayuda a la hora de elaborar nuestro comentario ling��stico.

a)     La primera, la tercera y la �ltima parte nos muestra acciones r�pidas para situarnos e imaginarnos el espacio. Esto es as� porque aparecen los verbos pret�ritos perfectos simples como: �se levanto�, �encarg�, �se sent�, �alz�, �bebi�, y dem�s verbos. Tambi�n aparecen bastantes sustantivos y adjetivos, ya que nos sit�a en un espacio concreto. En estas partes se utiliza el estilo indirecto regido porque el narrador no pierde su voz y hay marcas formales que nos indica que aparece el eco de Leonardo, esto aparece en la quinta parte. El estilo indirecto libre tambi�n es utilizado en estas tres partes porque el narrador al no perder su voz se poned desde la perspectiva del personaje, por lo tanto el narrador es omnisciente selectivo.

b)    La segunda y la cuarta parte el narrador nos presenta cual es la situaci�n del personaje. Por tanto aparecen descripciones, esto hace que la lectura se haga m�s lenta. En la segunda parte aparece la descripci�n del sue�o que acaba de tener Leonardo. Esta parte comienza con: �Acababa�, que produce que detenga la acci�n para narrarnos el sue�o. Por ultimo, en estas se combina el estilo directo regido y el estilo indirecto libre. El final de esta parte finaliza con una acci�n puntual, esto produce que la acci�n empiece a desarrollarse de nuevo.

En la cuarta se puede apreciar claramente la inseguridad y temor que poes�a Leonardo antes de comenzar el viaje a su destino. Esto produce que se paralice la acci�n. Aparecen diferentes interrogaciones que se hace el personaje y de esta manera se subraya la reflexi�n personal del personaje.

 

 

5) Comentario literario:

 

        Personajes:

En el fragmento encontramos la aparici�n de diferentes personajes. Estos personajes son Leonardo y los personajes del cuento: �La Reina de las Nieves�, Gerda y Kay. Leonardo se siente inseguro por su nuevo viaje, pero a la misma desea llegar para resolver sus inquietudes. Como hemos podido observar, los personajes del cuento aparecen de nuevo en este fragmento para mostrarnos la doble personalidad de Leonardo. Kay se encuentra aprisionado en el castillo, que es el propio Leonardo, y Gerda (doble personalidad de Leonardo) que aparece para liberar a Kay. En este caso, la autora nos quiere mostrar las propias ganas que posee Leonardo para liberarse �l mismo.

        Narrador:

En el texto que estamos comentando, el narrador aparece de una manera omnisciente selectiva. El narrador renuncia a la situaci�n privilegiada para narrar los hechos y los narra desde la perspectiva de Leonardo. Por �ltimo hay que destacar que el narrador se encuentra en tercera persona.

         Tiempo:

En el caso de este texto, los hechos suceden tal y como se suceden, salvo la �ltima parte del texto. Es una anacron�a retrospectiva, ya que el narrador nos cuenta los hechos desde el pasado.

        Lugar:

El personaje se puede apreciar que se encuentra en la habitaci�n del tren que le lleva de viaje hasta la Quinta Blanca. Mas concretamente se encuentra situado en la litera de la habitaci�n mientras transcurren los hechos que se narran. El viaje se realiza un d�a soleado del mes de diciembre, justamente en las Navidades. Pese a todos los pron�sticos meteorol�gicos, el tiempo hace que le cause a Leonardo un buen presagio para su estancia en la Quinta Blanca.

        Organizaci�n de la historia:

El texto se sit�a en la �ltima parte de la obra. Mas concretamente en el �ltimo capitulo titulado: �El cristalito de hielo�. Leonardo regresa a la Quinta Blanca con prop�sitos de comprarla, tras haberla vendido �l mismo mediante un notario. Pero el descubrimiento de las cartas de su padre y sus propias dudas le causa intriga, por lo que decide resolver el problema junto con Casilda Iriarte, que es la fuente de todas sus dudas. Al final, se soluciona todo en el faro en el que Eugenio Villalba y Casilda Iriarte hicieron el pacto de sangre de su juventud. En este faro transcurre el final de la novela y es aqu� cuando por fin Leonardo llora el Cristalito de Hielo junto con Casilda Iriarte.

 

 

6) Comentario critico:

 

        Presentaci�n objetiva del texto, valorando sus rasgos:

Leonardo viaja hacia la Quinta Blanca para resolver sus dudas y se encuentra con que la figura de Casilda Iriarte es su verdadera madre, ya que el padre de Leonardo y Casilda eran amantes en el pasado. A lo largo de toda la novela la autora se apoya en un cuento escandinavo como base de su novela. En el cuento kay se encuentra aprisionado en el castillo, hecho que relaciona la autora con el olvido de Leonardo. Como en todos los cuentos siempre debe de haber un final feliz y en �La Reina de las Nieves� encontramos a la amiga de kay, que es Gerda. Al final del cuento Gerda acude al castillo para liberar a kay que esta aprisionado por la Reina de las Nieves. Este final tambi�n le sirve de apoyo a la autora puesto que le atribuye la funci�n de cada personaje del cuento a Leonardo.

        Reflexi�n critica:

El personaje no se siente seguro de si mismo por la nueva situaci�n que le acontece. Esto es as� por los descubrimientos que le han causado las dudas. Leonardo sabe que se va a encontrar con una situaci�n comprometida, pero, como se ha dicho anteriormente, el personaje se siente identificado con Kay y con Gerda. La autora en esta obra nos ha querido mostrar la historia de varios personajes, para ello se apoyado en un cuento popular y gracias a la estructura o proceso de narraci�n nos ha producido una sensaci�n de intriga formidable.

        Opini�n personal:

En mi opini�n, �la Reina de las Nieves� es una formidable novela de formaci�n en la que se van enlazando todos los cabos. Lo m�s importante de la obra es la atenci�n que debe prestar el lector debido a la intriga. Esto es as� gracias a la funci�n del narrador omnisciente selectivo que muestra solamente la perspectiva de uno o varios personajes. Personalmente, esta obra me ha cautivado, sobre todo en los �ltimos cap�tulos, debido a la formidable labor de Carmen Mart�n Gaite.

 

 

 

 

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

 

 

 

 

 

 

 

__________________________

 

Foro sobre lecturas

 

Comentario cr�tico al art�culo "Poner ciego" de Mu�oz Molina

(V�nculo para leer el texto del art�culo)

 

 

         En esta cr�tica a los macrobotellones �una cr�tica lanzada con voz alta y clara tanto a los protagonistas directos como a los dirigentes pol�ticos-, Antonio Mu�oz Molina se ocupa por un lado del hecho de las borracheras repetidas en los j�venes y adolescentes, como acci�n que repercute directamente en las capacidades individuales; por otro lado, trata la vertiente social del problema, con las consecuencias que acarrea y las responsabilidades t�citas y expl�citas que conlleva.

            En nuestro comentario, podr�amos seguir el an�lisis que el autor hace de estas dos coordenadas; pero nos vamos a centrar en la primera[1]: la responsabilidad individual y los efectos para el ser humano concreto. Ya en el mismo t�tulo del art�culo un pronombre reflexivo nos avisa de la autonom�a adherida al hecho de decidir, alguien, que se va a un lugar concreto o que se pone uno en una situaci�n propicia que le llevar� a nublarse y cegar la racionalidad. Podemos oponer el reflexivo de �ponerse ciego�, en donde el sujeto hace y recibe la acci�n -de forma consciente, aceptando y queriendo[2]-, con el �quedarse ciego�, un proceso en el que el sujeto sint�ctico no es el agente de la acci�n.

Es esta responsabilidad, y la autonom�a que supone, las que convierten en m�s dram�ticas a�n las secuelas que en el cerebro infringen las cegueras buscadas y consentidas. Destacamos c�mo Mu�oz Molina al hablar de la memoria y de la capacidad de aprendizaje como de dos potencias propias de los seres humanos, las considera desde el principio de su art�culo procesos neurol�gicos (hechos biol�gicos, sorprendentes y admirables). Convertir el propio cuerpo, y con �l, el propio sistema nervioso y sus procesos qu�micos en un caos que deteriora los procesos de recordar y aprender no parece que sea digno de ser considerado valor para una persona que comienza su andadura por la vida. En el p�rrafo final de su escrito, a manera de conclusi�n, el autor vuelve a tratar los efectos concretos del abuso del alcohol en los adolescentes y j�venes, y es aqu� cuando une las capacidades de recordar y de aprender (que constituyen los ejes de la racionalidad) con la capacidad de ser, de verdad, aut�nomo y responsables de nuestros propios actos.

Podr�amos decir que el caso de la embriaguez, especialmente en esta forma en que se toma como un juego, un escape, un �encuentro social� (una manera de relacionarse con los dem�s, en las que uno deja de ser uno mismo), una necesidad -en demasiados casos- es un ejemplo claro de c�mo no somos tan aut�nomos y tan libres como queremos, y, desde luego, no tanto como creemos ser. Un ejemplo de c�mo ser aut�nomo y ser libre es un proceso, que lleva toda la vida, como el viaje de Ulises a �taca.

En este proceso, a manera de viaje, es interesante el modelo de Ulises: ya que no somos del todo racionales, podr�amos ir buscando modos para desarrollar, por lo menos, una racionalidad imperfecta, que nos ayude a no perdernos en los laberintos.

 

Mercedes Laguna, octubre de 2006


 

[1] Dejamos para el trabajo de los alumnos la segunda vertiente: las consecuencias sociales y las responsabilidades de los dirigentes, en particular, y de los adultos, en general.

[2] En este punto deber�amos considerar tambi�n los factores que pueden influir en una persona para que tome esta decisi�n; o, hasta qu� punto se lo plantea en serio como una decisi�n y no sigue la corriente sin apenas pensar.

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

Sobre un art�culo de Juan Jos� Mill�s: "Escribir".

Ana Mar�a Puertas Garc�a, 1� E

 TEXTO:

 

�13,15. Todos los tripulantes de los compartimentos sexto, s�ptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aqu�. Tomamos esta decisi�n como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas�. Estas palabras, escritas por un oficial del Kursk en un pedazo de papel, tienen la turbadora exactitud que pedimos a un texto literario. El autor est� rodeado de bocas que exhalan un p�nico que ni siquiera nombra. �l mismo debe de encontrarse al borde de la desesperaci�n, pero no tiene tiempo ni papel para recrearse en la suerte. Ha de hacer, pues, una selecci�n rigurosa de los materiales narrativos, y el resultado es esa obra maestra en la que, sin embargo, s�lo cuenta aquello a lo que se puede asignar un n�mero: la hora y la cantidad de hombres. En situaciones extremas, la literatura sale a presi�n, como por la grieta de una tuber�a reventada. El documento del oficial del Kursk es bueno porque es necesario. Mientras la muerte trepaba por sus piernas, ese hombre se entreg� con fr�a vehemencia a la literatura. Y de qu� modo.

Naturalmente, ha de aportarlo el lector, que es tan responsable de lo que lee como el escritor de lo que escribe. Ser�a absurdo comenzar una novela afirmando de un frutero que es b�pedo. El lector tiene la obligaci�n de saber que los fruteros son b�pedos y est�n dotados de cuatro extremidades con cinco dedos en cada una de ellas. Sin estos sobreentendidos primordiales, la escritura resultar�a imposible.

Lo curioso es que un billete(*) con cuatro l�neas aparecido en el bolsillo de un cad�ver responda de s�bito a la vieja pregunta de para qu� sirve la literatura. Sirve para contarlo. Todos aquellos que aspiran a escribir deber�an recitar el texto del Kursk como una oraci�n. Ser escritor, al menos cierto tipo de escritor, significa vivir rodeado de p�nico percibiendo a tu alrededor bultos que pasan de un compartimento a otro con los calcetines mojados. Y t� eres uno de esos bultos: aquel que, por encima o por debajo del miedo, est� pose�do por la necesidad de contarlo, aunque las posibilidades de que alguien lo lea sean muy escasas. Escribo a ciegas.

 

     (Juan Jos� Mill�s, �El Pa�s�)

 ________________________________

 

(*) Un trocito de papel

 

COMENTARIO:

Se trata de un art�culo de opini�n escrito por Juan Jos� Mill�s en el peri�dico "El Pa�s". Aunque tiene forma narrativa, ya que hay un narrador que cuenta una historia.

 

El autor habla sobre un escritor que antes de morir quiso escribir sus �ltimas l�neas en un billete de papel.

Era un hombre aficionado a escribir, que era oficial de un submarino, y que quiso escribir unas l�neas antes de morir. Tras un accidente que sufri� la nave, y antes de morir, el oficial del Kursk, que era un amante de las narraciones, escribi� unas l�neas. Hace una selecci�n de sus palabras y se olvida de todo su p�nico y de todos los que le rodean.

Escribe en un trozo de papel antes de morir, y se entreg� a la literatura.

Es muy apasionado; muere haciendo lo que quiere, valiente, logra hacer: escribir lo que quiere y en ese momento, en el �ltimo.

Quiere transmitir el miedo o la tranquilidad que puede sentir una persona en momentos tan extremos como �se, �l se tranquiliza y escribe unas l�neas de forma tranquila, aunque en verdad, estar�a al borde del p�nico, desesperado por el miedo a la muerte.

            Me parece hermoso, una persona se entrega en cuerpo y alma a su pasi�n.

           

                                   Ana Mar�a Puertas Garc�a, 1� de Bachillerato E

 

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

Davinia Mancebo: COMENTARIO CR�TICO sobre el texto "Ponerse ciego" de Mu�oz Molina

         El texto habla del alcohol y de los problemas que acarrea entre los j�venes, de c�mo la sociedad, por un lado, se queja, pero por el otro no hace nada para prohibir los botellones. Todo esto lo compara con el mito de Ulises y las sirenas, canto n�mero doce de �La Odisea�. Tambi�n compara todo esto con Dionisos, dios del vino y con Apolo, dios de la raz�n. Mu�oz Molina no s�lo ha hablado de mitos y dioses, tambi�n ha hecho referencia a investigaciones cient�ficas. Este texto tiene muchos tintes literarios porque el autor es escritor, pero ha sabido intercalar datos cient�ficos.
        A m� me parece un texto interesante, porque no s�lo critica la actitud de los j�venes y de la sociedad frente al alcohol, tambi�n hace menci�n de mitos griegos y de dioses como Dionisos y Apolo y los compara con dicho problema. Pero tambi�n demuestra que no s�lo sabe de mitolog�a griega, sino de investigaciones cient�ficas, me refiero a que su columna est� respaldada por ellas, y eso es buena se�al, porque no se puede hablar por hablar, hay que basarse en hechos y Mu�oz Molina lo ha conseguido, porque aunque sea un art�culo de opini�n, cuando la expones en p�blico, tienes que buscar hechos que corroboren lo que t� dices, sobre todo si se trata de un tema delicado.

Davinia Mancebo Masegosa
2� BCSH-C
--------------------------------------------------

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

Carmen Pozo Mu�oz: COMENTARIO CR�TICO de "Ponerse Ciego" de Antonio Mu�oz Molina

 

Este art�culo de Antonio Mu�oz Molina, trata de un tema tan actual c�mo es el consumo de alcohol en los j�venes, y adem�s, continua el debate; siempre abierto, sobre este hecho.

 

En esta columna period�stica de car�cter cr�tico; que podemos leer completamente, es decir, no es un fragmento del texto; el autor muestra su oposici�n a las concentraciones juveniles para el consumo de alcohol: el botell�n.

 

El autor nos introduce el tema d�ndonos una explicaci�n del proceso de aprendizaje y formaci�n de recuerdos en nuestra mente; enlaz�ndolo al final con la degradaci�n de este proceso debido al consumo de alcohol. Esto demuestra que el texto tiene una estructura inductiva, es decir, parte de los ejemplos para desarrollar la tesis, adem�s de poseer una serie de rasgos cient�ficos.

 

 Este enlace entre el principio y el final del art�culo se da tambi�n m�s adelante, cu�ndo nombra la obra�La Odisea� tanto al comienzo c�mo al final del art�culo para acercarnos m�s al tema, por medio de ejemplos relacionados con esta obra. Esta utilizaci�n de argumentos ret�ricos, muestra la intenci�n del autor de convencer al lector.

En los dos primeros p�rrafos del texto nos habla de los cap�tulos  del canto de las sirenas, el pa�s de los lot�fagos y el cap�tulo de Circe; relacion�ndolos con la naturaleza de olvido del hombre.

Estos fragmentos, situados al principio del texto, son enlazados con la parte final del texto, en la cual, se hace alusi�n a Tel�maco. En este fragmento el autor nos ofrece una especie de conclusi�n sobre el tema en forma de met�fora: �Qu� ocurrir�a si Tel�maco, en su viaje por la b�squeda de su padre, fuera ebrio? Seguramente, en lugar de encontrar a su padre perdido, no hallar�a su camino. Por ello compara a este Tel�maco beodo con las ratas de laboratorio que los cient�ficos emborrachan y hacen que se pierdan en los laberintos que ellos mismos fabrican.

 

La critica del autor se centra, sobre todo, en dos puntos clave:

                    En los j�venes: tanto en el riesgo que el alcohol puede llegar a ser para  su salud c�mo en el espect�culo que supone pasear por las noches en los lugares que habitualmente se produce el botell�n, adem�s de la degradaci�n de la imagen de las ciudades que suponen los restos de esta concentraci�n.

                    En la sociedad y autoridades: el autor piensa que hasta el lenguaje ha atribuido a la embriaguez el m�rito de la sinceridad al decir que siempre dicen la verdad c�mo los ni�os, tal vez por relacionar a los borrachos con los ciegos; de ah� el t�tulo �Ponerse ciego�.

Tambi�n critica que hoy en d�a parece un inconveniente manifestar que alguien pueda manifestar su disgusto ante esta concentraci�n. Las autoridades, que alaban a la juventud debido a su ambici�n pol�tica, en lugar de erradicar el botell�n, favorecen e inducen estas concentraciones. Adem�s en esta sociedad nadie quiere dejar de parecer joven, pues pocos se atreven a criticar a los j�venes que act�an en la calle c�mo nunca lo har�an en su casa.

 

En mi opini�n el autor del texto es demasiado persuasivo y extremista. Estoy de acuerdo en que el consumo, con cierta periodicidad, de alcohol puede ser da�ino para la salud juvenil y que, tras los botellones, algunos individuos muestran su insensatez destrozando y ensuciando las ciudades. Pero tambi�n es cierto que no siempre es as�. Al igual que hay personas que destrozan las ciudades, hay otras que no suponen una gran molestia durante y tras el botell�n. Adem�s tampoco creo que  al sociedad no sea consciente de esto. Existe una gran cantidad de personas que se atreven a criticar y a tomar medidas sobre este hecho y sobre los j�venes que lo realizan. Un buen ejemplo muy reciente de esto es el intento  de erradicar el botell�n completamente por autoridades en Algeciras. Por lo tanto, aunque el autor muestra unas razones s�lidas para apoyar su teor�a, en mi opini�n, es demasiado estricto tanto en su cr�tica a la sociedad c�mo en su critica hacia los j�venes.

 

 

                                     Carmen Pozo Mu�oz 2�BTB

 

--------------------------------------------------

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

 

David P�rez Vallejo, 2� BT.

Ponerse ciego

(Comentario)

 

Se trata de un texto period�stico, concretamente de un art�culo de opini�n (clasificado dentro de los subg�neros de opini�n). Presenta un lenguaje claro y directo, y apenas usa figuras literarias;  tan s�lo aparece alguna comparaci�n o referencia a obras literarias.

 

El contenido evoluciona desde ideas sobre nuestra capacidad de recuerdo y aprendizaje hasta una valoraci�n sobre el botell�n, pasando por una relaci�n sobre La Odisea que conecta los dos temas anteriores.

 

La idea principal es el da�o producido por el botell�n.

 

La estructura del contenido es inductiva, puesto que la idea principal se reserva para la segunda mitad del texto. La primera parte habla sobre los procesos que se llevan a cabo en nuestro cerebro a la hora de recordar y aprender y del deseo humano de olvidar e ignorar en ciertos momentos. M�s tarde trata el tema de La Odisea en relaci�n a la memoria y el olvido. Ambos temas vuelven a ser tratados al final, relacion�ndolos claramente con la idea principal.

 

Comentario Cr�tico

Se trata de un tema actual que se est� dando en nuestro pa�s y cada vez con mayor intensidad. Se puede decir que el texto es, en parte, subjetivo, puesto que, aunque lo expuesto puede probarse en su mayor�a, deja caer ideas concretas referentes a su opini�n personal.

 

La intenci�n del autor es mostrar a los lectores que el botell�n no nos aporta nada positivo (al menos a largo plazo), mientras que perjudica a nuestra salud y a la imagen de nuestras ciudades.  Creo que deber�a haber dedicado m�s tiempo al desarrollo de esta idea. La introducci�n es casi tan extensa como el cuerpo del art�culo. Podr�a haber desarrollado m�s �ste aportando ideas que movieran a los lectores a actuar respecto al botell�n, en lugar de observarlo simplemente desde fuera como algo indeseable.

 

Estoy de acuerdo con las ideas que ofrece el autor; para m�, el botell�n es una actividad que perjudica mucho m�s que aporta. Personalmente, habr�a hecho m�s hincapi� en este fen�meno por la degradaci�n cultural que produce, cosa que no se nombra en el texto en ning�n momento. Opino que el botell�n es una opci�n f�cil, no especialmente cara y que, aparentemente, mejora nuestras relaciones sociales. No requiere esfuerzo y est� al alcance de todos (ya sea de forma legal o ilegal). Se dejan de lado muchas otras opciones que, aparte de divertirnos, nos forman y nos hacen crecer. La cultura pierde importancia y en muchos casos se confunde con el nivel acad�mico.

Una buena conclusi�n podr�a haber ofrecido alternativas y propuestas que ayudaran a cambiar la situaci�n actual.

 

En conclusi�n; el texto es bastante acertado en lo expuesto, entretenido y f�cil de leer, pero podr�a haber desarrollado m�s el tema.

     David P�rez Vallejo, 2� BT  

 

 --------------------------------------------------

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

 

 Roc�o Mart�nez, V�chez, 2� BCN A

 

Comentario de texto: `` Ponerse ciego ��

Antonio Mu�oz Molina

 

    1. Tipo de texto:

Se trata de un texto period�stico y pertenece al subg�nero de textos period�sticos de opini�n, concretamente, se trata de un art�culo compuesto por cinco columnas, ya que, por su forma y estructura parece ser que pertenece a unas de las p�ginas de un peri�dico. Con respecto a la forma en que est� escrito, el autor habla y a la misma vez lanza una cr�tica hacia un tema que, aunque es aceptado por la sociedad nadie hace nada para solucionarlo.

En algunas partes del art�culo utiliza t�rminos cient�ficos como cuando explica determinados procesos qu�micos para demostrar las consecuencias del alcohol. Utiliza la iron�a en todo momento, habla de los j�venes borrachos como si se tratase de ratas de laboratorio intoxicadas de alcohol en los laberintos que trazan los cient�ficos. Emplea la ficci�n (literatura) para ense�arnos cosas sobre la realidad.

Ocupa una secci�n del peri�dico que Antonio Mu�oz Molina denomina ``Las dos culturas ��.

     2. Tema:

El autor lanza una cr�tica hacia los problemas de alcohol que cada d�a est�n m�s pronunciados en los adolescentes, macrobotellones que cada fin de semana dejan las calles de las ciudades espa�olas como aut�nticos basureros. Habla y critica que, �ste, es un problema de todos del que nadie se hace responsable, ya que los efectos del alcohol en los j�venes cada vez son m�s preocupantes.

     3. Resumen:

Antonio Mu�oz Molina, escritor y director del instituto Cervantes de Nueva York presenta en este art�culo uno de los asuntos m�s preocupantes de la actualidad: el alcohol.

Expone que adem�s de las consecuencias que conllevan los botellones y macrobotellones con respecto a la suciedad y la pestilencia que dejan tras su paso. Este problema que, casi nadie quiere resaltar, tienes otras consecuencias mucho peores como que cada vez los j�venes empiezan antes a tomar alcohol y estudios recientes han demostrado es m�s perjudicial en los adolescentes que en los adultos, puesto que los j�venes no han terminado de desarrollar su crecimiento y la ingesta de alcohol entorpece una serie de procesos qu�micos, ya que �ste provoca la muerte celular, impidiendo a su vez desarrollar la capacidad del aprendizaje y la memoria.

     4. Estructura externa e interna:

El art�culo consta de un t�tulo m�s que evidente ya que resume la idea principal del texto. Un subt�tulo d�nde lanza una cr�tica hacia las preferencias juveniles con respecto a sus formas de diversi�n. Est� compuesto por cinco columnas y en el centro del art�culo un dibujo, que representa a los j�venes perdidos en los laberintos del alcohol desde que salen hasta que emprenden su regreso a casa. Encima de la fotograf�a, una frase extra�da del texto que refleja la opini�n del autor sobre el tema del que trata su art�culo. Tambi�n consta de un ep�grafe que pone nombre a la secci�n: ``Las dos culturas ��.

Con respecto a la estructura interna el autor comienza hablando de los procesos o reacciones qu�micas que hacen posibles los recuerdos, poniendo como ejemplo a Ulises y su odisea, se incluyen tambi�n ejemplos de fil�sofos correctos, tal es el caso de Apolo u otros corrompidos por el alcohol como Dionisos, para al final enlazarlo todo con los problemas de alcohol que existen en nuestra sociedad actualmente, sobre todo entre los m�s j�venes.

     5. An�lisis del lenguaje:        

El art�culo tiene un car�cter ensay�stico, puesto que el autor reflexiona sobre un tema que le interesa y a la vez le preocupa. La objetividad se hace presente en el texto por medio de los juicios personales que expone el autor. Los rasgos literarios y la adjetivaci�n valorativa est�n presentes en la totalidad del texto.

NOTA DE LA PROFESORA: estas dos preguntas (la 4 y la 5 est�n bastante incompletas; tenemos que explicar en clase c�mo se desarrollan)

     6. Comentario cr�tico:

El texto se centra en la cr�tica hacia un problema tan actual como lo es el alcohol entre los adolescentes. Es un art�culo de opini�n dedicado a la juventud aunque tambi�n va dirigido al resto de la opini�n p�blica que no se hace eco del problema. Es un texto completo que expone las consecuencias del alcohol y a su vez argumenta, mediante comparaciones de otros mitos de la historia, la extensi�n de esas consecuencias y lo que han llegado a suponer en el panorama cultural de nuestra era. Se trata de un texto period�stico, perteneciente a los subg�neros de opini�n, m�s concretamente, se trata  de un art�culo de opini�n compuesto por una seria de columnas escritas en la Revista �Muy interesante�, por el escritor y director de la universidad ``Cervantes�� de Nueva York, Antonio Mu�oz Molina.

La intenci�n del autor es dar a conocer un problema que est� patente pero del que nadie quiere hacerse responsable. Es un tema actual; las argumentaciones que utiliza el autor son v�lidas, puesto que, es cierto que despu�s de cada botell�n las ciudades espa�olas amanecen como aut�nticos vertederos y tambi�n que estudios recientes han demostrado que el alcohol es m�s perjudicial entre adolescentes, ya que, �stos no han terminado de desarrollar sus capacidades y el alcohol, entre otras cosas, provoca la muerte de las c�lulas, obstruyendo el cerebro e impidiendo as� desarrollar capacidades tan importantes como lo son el aprendizaje o la memoria. No se trata de un tema muy original, ya que cada d�a se habla de �l con m�s o menos frecuencia, ya sea por accidentes provocados a causa del alcohol, el aumento del bajo rendimiento escolar, etc.

Yo estoy totalmente de acuerdo con los argumentos que utiliza el autor para exponer este tema, ya que, pienso que deber�an tomarse serias medidas para evitar este problema y las consecuencias que conlleva, debido a que est� creando en la sociedad actual una grave preocupaci�n de la que a su vez, nadie se responsabiliza. Todos critican la situaci�n pero en realidad la sociedad (y hablo en general, pol�ticos incluidos) se desentiende de un problema que m�s all� de afectar al paisaje urbano tras el paso del botell�n, afecta a la salud y el futuro de los hijos de las familias espa�olas. Yo, personalmente no consumo alcohol y a pesar de eso obtengo otras satisfacciones  en mi vida, otros modos de diversi�n que a la larga no me conllevaran a consecuencias graves o no tan graves como las del alcohol. Pienso y comparto la opini�n del autor de este art�culo y como refuerzo a su propuesta debo a�adir que el alcohol es el responsable directo de muchos otros asuntos como el incremento de j�venes muertos en las carreteras espa�olas como consecuencia de conducir bajo los efectos del alcohol, as� como de otras situaciones, peleas, enfrentamientos, bajo rendimiento escolar, comas et�licos por excesos en las cantidades de alcohol ingeridas, etc. y aunque continuamente se anuncian campa�as contra el alcohol estas medidas no son suficientes para concienciar a los adolescentes.

En definitiva, pienso que es un problema de todos y aunque todos nos desentendamos de �l, alg�n d�a, llegados unos extremos la sociedad deber� hacerse cargo, aunque esto suponga la implantaci�n de leyes estrictas, sobre todo en los menores de edad, puesto que, aunque en la actualidad haya lugares donde no se les permite a los menores comprar alcohol �stos se las ingenian y acaban consiguiendo su objetivo.

 

 

 

Roc�o Mart�nez V�lchez,  2� BCNA

 

 

.................................................................

Mensajes     

Volver al inicio de la p�gina

______________________________________________________________________________

 

 

 

--------------------------------------------------------------------------------------------

 

Foro de Realidad y ficci�n

www.realidadyficcion.org

www.filosofiayliteratura.org

 

Para participar:

Env�a un E-mail desde tu servidor de correo habitual a

editora@realidadyficcion.org

 

 

 

 
 

Edici�n del sitio web:

Mercedes Laguna Gonz�lez

Foro Realidad y ficci�n

18800 Baza (Granada)

 

Escr�benos